Olano contra los escaladores

La tercera semana está a la vista: los Pirineos dirán la última palabra en este Tour. La jornada de descanso sirvió para que cada cual explicara sus propósitos. El líder, Lance Armstrong, se mostró respetuoso con sus rivales, pero duro ante las sospechas que se han divulgado sobre su persona,Álex Zülle dijo que no firma alcanzar sólo el podio, Escartín anunció que atacará aunque no consiga el podio "porque es lo que más le gusta al público", y Olano estuvo un tanto enigmático: "Si me quieren eliminar, tendrán que pelear mañana". Pero la jornada tuvo un sobresalto inesperado: el ciclista Ludo Dierckxsens, el campeón belga que ganó la etapa del jueves, fue excluido de la carrera por su propio equipo, el Lampre, al reconocer el corredor que usó corticoides sin consentimiento de su médico. El episodio de Dierckxsens pilló por sorpresa a todos los medios de comunicación, y desencadenó un aluvión de acontecimientos que recordaban los peores momentos del Tour: una conferencia de prensa del equipo Lampre y un comunicado urgente de la UCI. Todas las versiones coinciden. El corredor fue sometido a un control antidopaje el pasado jueves, tras ganar la 11ª etapa, con final en Saint Etienne. Como es preceptivo, se le preguntó si había tomado algún medicamento prohibido y él confesó haberse tratado con un corticoides (Synacthene) hasta dos días antes del comienzo del Tour para curarse una tendinitis en la rodilla. Es decir, que lo hizo bajo prescripción médica. Sin embargo, el médico del Lampre, Fabio Zaretti, informado de la declaración del corredor, negó que le hubiera suministrado tal producto, por lo cual el equipo decidió retirarle de la carrera como primera medida. La UCI reconoce en un comunicado que el control dio resultado negativo y que la sustancia en cuestión no tuvo repercusión en su victoria. Sin embargo, en aplicación de sus reglamentos, la UCI ha decidido abrir al corredor una instrucción disciplinaria. Es la primera vez que un equipo toma una decisión de ese tipo y de forma tan terminante.Fuera de este suceso, la jornada tuvo el discurrir habitual en estos casos, cuando el Tour afronta su semana decisiva. Lance Armstrong rompió su silencio de estos días para asistir a una multitudinaria conferencia de prensa. Se quejó de la preocupación que embargaba a su familia por las sospechas que ha vertido la prensa francesa hacia su persona y fue categórico en muchos momentos: "Francia tiene la ley más dura contra el dopaje, con intervención de la policía. Pues bien, yo vivo en Francia, me entreno en Francia, he hecho toda la temporada en Francia. ¿Creen que si tuviese algo que ocultar, elegiría Francia para vivir?". Armstrong reveló que el 13 de diciembre de 1996 cesó en su medicación contra el cáncer, por lo cual no tiene necesidad de presentar ningún certificado médico para los controles antidopaje. En un momento dado se le preguntó si no atacó en Alpe D´Huez para no provocar más sospechas, puesto que todas las especulaciones nacieron a partir de la etapa de Sestrieres, cuando hizo una nueva demostración de fuerza. "Técnicamente no necesitaba atacar. Eso primero. Luego, creo que todos llegamos un tanto cansados a la meta. Pero sí pasó ese pensamiento por mi cabeza. Espero que en el futuro no tenga que depender tácticamente de las polémicas sobre el dopaje".

La polémica no alcanzó al pelotón español, que tuvo una jornada tranquila. Zülle admitió que Armstrong no ha dado ningún síntoma de debilidad. 30 kilómetros más lejos, el español Fernando Escartín era el más tajante. Atacará hoy. Y lo hará porque, para él, sólo queda una etapa de montaña. Escartín anunció que si los escaladores, hombres como Tonkov, Virenque o Dufaux, coinciden en una actitud ofensiva, "Olano lo pasará mal".

¿Y qué dice Olano de todo esto? Olano se mostró orgulloso, consciente de que mucha gente tratará de eliminarle. "Será la etapa clave para los escaladores si quieren estar en el podio. Si me quieren eliminar tendrán que pelear en los Pirineos". Olano parece más confiado de lo que acostumbra ante una etapa montañosa: "Conozco muy bien los Pirineos, sé perfectamente dónde se puede sufrir y dónde se puede recuperar. Sé que van a ir como locos para eliminarme".

Los Pirineos se resumen en dos etapas, la de hoy, con final en alto, y la del miércoles, que recorre la secuencia mítica de esta cordillera (Aspin, Tourmalet, Soulor y Aubisque), pero cuyo trayecto final (unos 60 kilómetros) es un largo descenso desde el Aubisque hasta Pau. Se tratará (sobre todo hoy) de etapas explosivas. Serán, en definitiva, el último gran obstáculo de la carrera.