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La mitad de los pozos que bombean agua a Madrid carece de autorización por los retrasos burocráticos

Los denominados pozos de la sequía, de los que el Canal de Isabel II, la compañía regional de aguas, extrae en esta temporada de escasas lluvias el 20% del caudal que se bebe en Madrid, carecen de concesión legal en más de la mitad de los casos. El origen de este situación, que en principio no afecta a la salubridad de las aguas, se remonta a 1992, cuando la última sequía situó a Madrid al borde de las restricciones. El Canal desplegó entonces una intensa campaña de prospección de pozos, habida cuenta que el agua almacenada en los embalses no permitía atender la totalidad de la demanda (unos 500 millones de metros cúbicos anuales). Ahora, a los siete años de aquel episodio de extrema sequía y en una temporada como la actual, catalogada como la quinta más seca del siglo, la mitad de los pozos que abrió entonces el Canal carece aún de cobertura legal, es decir, no dispone de autorización administrativa para poder utilizar el agua con la que se abastece hoy el 20% del consumo de la región.El origen de este problema administrativo radica en que la extracción de aguas subterráneas en el territorio autonómico tiene que pasar una doble criba: la del plan hidrológico de la cuenca del Tajo y las severas normas autonómicas que exigen declaración de impacto ambiental a todo proyecto de prospección para extraer más de 7.000 metros cúbicos de agua al año.

Según la Comisaría de Aguas del Tajo, el Canal de IsabelII ha solicitado la legalización de 101 pozos desde la anterior sequía (1992). Aunque en muchos de los casos se trata de prospecciones de investigación, el hecho es que sólo hay 41 autorizados e inscritos en el registro de aguas subterráneas: nueve están ubicados en la zona de El Pardo-Fuencarral, seis se encuentran en la zona de Majadahonda y oeste de Madrid, otros 20 sirven a los denominados Canal Bajo y Canal Alto y otros seis pertenecen al área de Torrelaguna (ya cerrados). Frente a estos 41 pozos con los papeles en regla y un caudal concesional de 3.279 litros por segundo, la Confederación del Tajo tiene en fase de tramitación 39 expedientes de otros tantos pozos; 13 de ellos ya están conectados al sistema general del Canal de IsabelII y el resto corresponde a pequeños pozos municipales cuya propiedad ha sido transferida al Canal. El gerente de este organismo público dependiente de la Comunidad de Madrid, Ricardo Domínguez, no tiene reparos en calificar el procedimiento de legalización como "largo y penoso". Aunque comprende las cautelas que impone la Confederación del Tajo, el procedimiento no le satisface en absoluto, y lamenta que las autorizaciones de los pozos de sequía se concedan provisionalmente y tarden tanto tiempo.

Protección de acuíferos

Fuentes de la Confederación atribuyen esta lentitud a los complicados mecanismos que impone la legislación para garantizar la protección de los acuíferos. En el caso de los grandes pozos se considera intocable (por otra perforación o el vertido de residuos) el área envolvente de un kilómetro de radio, aproximadamente. Pero no es sólo eso. En los últimos 12 meses han entrado en la Confederación 10.226 expedientes, cuando la oficina de la Comisaría de Aguas en Madrid sólo dispone de 55 personas en plantilla para sacarlos adelante.El comisario Gabriel Ramos Herrero asegura que, en las fechas en que el Canal solicitó las concesiones, la tramitación se resolvía en 18 meses. Aunque no dice cuánto tardan ahora -más de cuatro años-, admite que aún tiene pendientes de resolver la legalización de 60 aprovechamientos de pozos a petición del Canal de Isabel II. Esta situación de incertidumbre causa desasosiego entre los responsables del Canal, decididos a aplicar criterios económicos a la gestión del agua en Madrid. "Yo les presiono cuanto puedo para que aceleren las concesiones", dice Domínguez, resignado.

Las aguas subterráneas se consideran un recurso estratégico dentro del sistema de abastecimientos para el área metropolitana de la capital y los grandes municipios que la rodean, atendidos también por el Canal.

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