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INFRAESTRUCTURAS LA FALTA DE AGUA Y EL TRÁFICO, PRINCIPALES PROBLEMAS

Deficiencias en los servicios públicos amenazan el crecimiento turístico de varias comarcas

Las estadísticas oficiales son rotundas: cada verano aumenta el número de turistas que optan por la Costa Blanca para pasar sus vacaciones. Esta avalancha de visitantes, sin embargo, podría frenarse en seco en determinados núcleos si persisten las deficiencias en servicios básicos que se suceden con demasiada regularidad. Las comarcas donde el peligro de una desaceleración del turismo es más evidente son La Marina Alta y La Vega Baja. La realidad es tozuda: en el norte persisten los problemas de abastecimiento de agua potable, y en el sur los de seguridad y tráfico.

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Hoteleros y promotores, pese a reconocer el excelente momento del sector turístico, alertan a la Administración de la necesidad de mantener el nivel en la prestación de servicios básicos para que el sector pueda funcionar. "Globalmente se mantiene la tendencia alcista del mercado inmobiliario, es decir construcción y venta, pero hay que tener presente que en la decisión de comprar una segunda residencia influyen poderosamente los servicios complementarios de los que se va a disponer", dice Jesualdo Ros, gerente de la Asociación de Promotores de Vivienda de Alicante. En las poblaciones turísticas de La Marina Alta, el principal problema es la escasez de recursos hídricos, que alcanza su mayor dimensión en Xàbia, informa Amparo Ferrer. Los turistas que estos días recalen en esta localidad abrirán el grifo de su vivienda y se encontrarán con que el agua que mana es salada, y además contiene un elevado nivel de nitratos. Eso será si hay suerte, porque en algunas zonas ni tan siquiera tendrán suministro, una vez iniciadas las restricciones, que duran varios días. Y no acabarán aquí sus problemas. También es probable que sufran cortes en el suministro eléctrico, que la compañía Iberdrola ha anunciado que afectarán a toda la comarca. De ahí que los turistas se sientan defraudados y, como asegura el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Arenal, Antonio Berenguer, "en lugar de Xàbia, deseen haber elegido otro lugar para veranear". Estampas de los ochenta Representantes municipales y de los principales sectores económicos de Xàbia coinciden en que lo más grave en la actualidad es la falta de agua potable. Su escasez ha conllevado el resurgimiento de las estampas de los ochenta, cuando los vecinos formaban colas para recoger agua de los depósitos que el Ayuntamiento instalaba por el término municipal. Los depósitos han vuelto a copar las calles, y rápidamente se quedan vacíos. En cambio, siempre hay existencias es los supermercados, que han disparado las ventas de agua embotellada. Las agencias inmobiliarias han visto, tras años de creciente demanda, cómo la falta de agua congelaba este verano las expectativas. Con todo, presumen que no será hasta la próxima temporada cuando se note un freno importante en la venta y alquiler de apartamentos. El Ayuntamiento, que preside el centrista Eduardo Monfort, no atina a la hora de plantear una solución definitiva a esta carencia. Para no alterar los ánimos, ha decidido no cobrar los recibos de agua, siempre que no se superen los 60 metros cúbicos de consumo. El equipo de gobierno también tendrá que solucionar las quejas constantes de vecinos y comerciantes relativas a los deficientes servicios de recogida de basuras y limpieza de playas. En el resto de municipios turísticos de esta comarca, igualmente la falta de agua es el principal problema, informa Rosa Ribes. Recién estrenado el mes de julio, el pasado día 5, el agua de Dénia dejó de ser potable. Los hoteleros critican la escasa información recibida, aunque el presidente de la Asociación de Hostelería de la Marina Alta, Juan Fluxá, asegura que el sector turístico es tal vez uno de los menos perjudicados porque la mayoría de los establecimientos disponen de sistemas alternativos de abastecimiento. Otra carencia que arrastra Dénia, heredada del boom turístico de los setenta, son las deficiencias en el sistema de alcantarillado en las zonas de mayor concentración de turistas, como la ladera del Montgó y Les Rotes, donde además las urbanizaciones carecen de alumbrado público, aceras y servicio continuado de vigilancia. En Moraria, la carencia de agua se paliará con la instalación de una desalinizadora que producirá 4.000 metros cúbicos diarios y entrará en funcionamiento el 1 de agosto. Mientras, en Calp se encaró con rigor la solución del problema, que sembró la alarma a principios de la década. Una inversión de 500 millones de pesetas garantiza el suministro y una reserva de 40.000 metros cúbicos.

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