Sobre el Museo del Ejército
No creo que Toledo necesite de ningún reclamo para el turismo. Por eso no veo la necesidad de llevar a su Alcázar el Museo del Ejército, que ahora está en Madrid, y cuya nueva ubicación obligará a realizar obras en el imperial Alcázar, pues tendrá que compartir espacio con la segunda biblioteca de España, recientemente allí establecida.Son muchas las razones para oponerse a este traslado, sin citar ya el expolio que supone para la capital de España y que cualquier otra ciudad habría puesto el grito en el cielo. Pero diré al menos tres bastante sólidas.
La primera es que Toledo es una ciudad a la que se dedican, como mucho, dos días de visita, con muchísimo que ver y una hermosa ciudad para pasear. Y no creo que con su poco tiempo los turistas puedan sacar provecho de este museo un tanto megalómano. En Madrid, de momento, somos más de tres millones de posibles visitantes.
Otra sería que, siendo el Ejército una institución nacional, opte como en otros países, por ejemplo, el Museo de los Inválidos, de París, o el Museo Imperial de la Guerra, en Londres, por la capital de España como sede para su museo. En esta España de hoy día, agobiada por localismos y nacionalismos, el Ejército podría dar ejemplo apostando por la capital de España.
Y, finalmente, porque en Madrid existen multitud de edificios militares para ello. El Alcázar toledano fue más residencia regia que un edificio castrense. Pero, de todos los inmuebles madrileños, destaca por su belleza, tamaño, categoría artística y céntrica situación el Cuartel del Conde Duque. Si el Ayuntamiento lo cediese por entero, trasladando todo lo que allí tiene a otros edificios de interés, como por ejemplo la semiabandonada Real Fábrica de Tabacos, tendríamos uno de los museos militares más hermosos y de mayor tamaño, y además, en la capital de España.- . .
