El Supremo prorroga la prisión de Antxon y Makario
La Sala Segunda del Tribunal Supremo prorrogó ayer la prisión preventiva de los etarras Eugenio Etxebeste, Antxon, e Ignacio Arakama, Makario, hasta el máximo legal de cuatro años, dado el riesgo de que se fuguen en el caso de ser puestos en libertad. Ambos fueron extraditados desde la República Dominicana, y aunque están procesados en el caso Sokoa, habían solicitado su libertad provisional al haber rebasado los dos años de prisión preventiva. La causa se tramita en el Tribunal Supremo al encontrarse también procesado el ex dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, que fue elegido parlamentario vasco en las elecciones del 25 de octubre de 1998.La resolución del Supremo diferencia las situaciones de Antxon y Makario. En el caso de Antxon la defensa argumentaba que sólo se le imputa haber colaborado con una banda armada, que intervino como interlocutor en las conversaciones de Argel [las negociaciones entre el Gobierno socialista y ETA en 1989] y siempre ha estado a disposición de la justicia española y localizado desde 1984.
Acciones violentas
El Supremo en cambio considera que Antxon, de acuerdo con la documentación aportada por su defensor, ha tenido una vinculación estrecha con el comando Madrid y que en ocasiones -al menos en dos, Argel y Frankfurt- ha emprendido acciones violentas contra las fuerzas del orden. La aceptación de tales vinculaciones, por parte de la defensa, dice el Supremo, "pone de manifiesto que el inculpado representó a un grupo armado que desconoce el orden jurídico y que no se siente obligado por las normas del orden jurídico vigente.La resolución precisa que sin tomar en consideración otros aspectos, simplemente ponderando los hechos que la defensa admite como ciertos, "cabe pensar que de acordarse la libertad provisional [de Antxon], existiría el peligro de elusión de la acción de la justicia que justifica el mantenimiento de la medida".
En el caso de Makario, según el Tribunal Supremo, "la cuestión tampoco ofrece dudas, toda vez que, tomando en cuenta sólo las sentencias condenatorias que han recaído sobre él, así como el material agregado oportunamente por la defensa del otro procesado, se revela una actitud personal de no sujeción a las normas del ordenamiento jurídico vigente que no permite confiar en su acatamiento de los deberes que le impone su inculpación en este proceso".
Makario se encuentra condenado en sentencias firmes a casi 100 años de prisión y a otros 50 más en otras sentencias de la Audiencia Nacional pendientes de recurso. El Supremo destaca que la circunstancia de que el etarra esté condenado a penas de larga duración no modifica su situación en el proceso de Sokoa y que en cualquier caso, la prisión provisional en esa causa no agrava su situación, ya que por otras causas está cumpliendo el máximo legal previsto de condena.
