Goteras y argollas en El Puerto

El informe sobre el complejo penitenciario gaditano de El Puerto de Santa María (que engloba dos prisiones, El Puerto I y El Puerto II) es muy duro. Los comisionados se quejan de que se les pusieran trabas para desarrollar su trabajo en El Puerto II, cuyas instalaciones "son lamentables", dicen, y, cuando llueve, "hay goteras" en algunas dependencias. "Todos los internos refirieron que sienten miedo a denunciar los malos tratos", señalan. En el módulo 5 de El PuertoI, con presos sancionados, "hay tres celdas con argollas soldadas a la cama a la altura de pies y manos". Según la comisión, "es frecuente que, tras un altercado, los internos sean esposados a estas camas y permanezcan [así] varios días, incluso desnudos y con los cristales de las ventanas quitados". Un jefe de servicio explicó que la medida es excepcional y que a veces se toma para evitar que el preso "se autolesione". El informe de la Asociación pro Derechos Humanos de España incluye cinco cárceles de Madrid (Alcalá-Meco, Soto del Real, Valdemoro, Navalcarnero y la ya cerrada de Carabanchel). Los problemas son similares en ellas. En Alcalá-Meco, se observaron situaciones dramáticas en la enfermería de la zona de cumplimiento (donde están los ya juzgados y sentenciados). "El absoluto abandono de la enfermería llegaba hasta el extremo de tener que ducharse los internos unos a otros con cubos de agua".