Los sindicatos de prisiones rebajan sus exigencias salariales a 4.000 millones

Los sindicatos de prisiones rebajaron ayer de 9. 000 a 4.000 millones de pesetas sus exigencias salariales para alcanzar un acuerdo y poner fin a las protestas que mantienen en los últimos días. Ayer se reprodujeron los incidentes en 35 de los 71 centros penitenciarios españoles y hubo duros enfrentamientos entre funcionarios de la cárcel salmantina de Topas, que bloqueaban los accesos al centro, y agentes de la Guardia Civil. Interior recogió la propuesta sindical y se comprometió a estudiarla. Los representantes sindicales se han encerrado en Instituciones Penitenciarias a la espera de recibir hoy una respuesta.

Instituciones Penitenciarias ha ofrecido de momento un incremento salarial de 400 millones de pesetas este año y otros 1.000 millones el próximo. Este aumento estaría ligado, según la propuesta de la Administración, a la productividad de los funcionarios y a un descenso del absentismo laboral. Por su parte, los sindicatos han rebajado sus exigencias salariales y reclaman ahora 4.000 millones para los dos próximos años. Este incremento se añadiría a los complementos específicos y no a la productividad. Las pretensiones de los trabajadores están encaminadas a equiparar sus sueldos con los de los funcionarios de prisiones del País Vasco y Navarra, que cobran un complemento de peligrosidad.El subsecretario de Interior, Leopoldo Calvo-Sotelo, destacó ayer "el ambiente constructivo de la negociación" y se comprometió a estudiar la propuesta de los sindicatos y a dar hoy una respuesta. No obstante, avanzó que una subida salarial de 4.000 millones "no responde a las líneas de la política retributiva del Gobierno, ni en la cuantía ni en lo relativo a la forma". La nueva demanda de los sindicatos supondría una subida de en torno a las 20.000 pesetas brutas mensuales para cada funcionario, según un portavoz del sindicato ACAIP.

En la sesión negociadora de ayer, la cuarta desde que se inició el conflicto, también estuvieron presentes, por parte de Interior, el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y el subdirector general de Personal, José Antonio Garrido. José Luis Pascual, delegado sindical de ACAIP, lamentó que la Administración llevase a la mesa de negociación la misma propuesta salarial del pasado jueves.

Yuste, por su parte, reiteró la disposición de Interior para continuar negociando y señaló que se tendrá que valorar ahora la "viabilidad" de la propuesta planteada por los sindicatos. Tras reclamar que las protestas en los centros penitenciarios se "reconduzcan a los cauces de la legalidad", mencionó, entre los puntos de acercamiento con los sindicatos, los relativos a la promoción profesional, la modificación de horarios y los de catalogación de puestos de trabajo. Sobre la subida salarial, recordó que la Administración deberá hacer "una ponderación" y que, por tanto, "no se puede adelantar nada" en ese sentido. Por otra parte, la Coordinadora de Solidaridad con las Personas Presas de Madrid denunció ayer la "estrategia de tensión" que desarrolla un sector de funcionarios para crear un "ficticio clima de peligrosidad" en detrimento de la situación de los presos.

Las protestas de los funcionarios de prisiones se mantuvieron ayer en la mitad de los centros penitenciarios de toda España. Aparte del enfrentamiento de Topas, en el que un guardia civil y un funcionario fueron hospitalizados tras intoxicarse con los gases lacrimógenos, también hubo incidentes en Sevilla 2. Una funcionaria de este centro fue detenida tras lanzar un zapato a uno de los policías que intentaban dispersar a los trabajadores que bloqueaban el acceso a la cárcel. En otras prisiones, los funcionarios bloquearon los accesos, pero dejaron salir las conducciones de presos.