Dos militares mueren al estrellarse un helicóptero de la Armada cerca de Rota

Un sargento y un cabo primero de la Armada perdieron la vida minutos antes de la medianoche del martes al estrellarse el helicóptero con el que participaban en unos ejercicios nocturnos de control de tráfico submarino frente a la base naval de Rota (Cádiz), de utilización hispano-norteamericana. El piloto y el copiloto, ambos tenientes de navío, resultaron ilesos. La aeronave, una Sikorsky del modelo Seaking SH-30, la denominación específica para España de los Seahawk SH-60B, se precipitó al agua a las 23.45 horas, cuando las dos víctimas, especialistas en la instalación y el manejo del sonar, intentaban calar el aparato de detección por eco a diez millas (unos 18 kilómetros) al suroeste de la base roteña, donde está radicada la V Escuadrilla de la Armada, en la que estaba encuadrado el helicóptero.

La prueba se hallaba incluida en unas prácticas antisubmarinas nocturnas recogidas en los planes de operaciones anuales de la Armada. El sonar, una vez sumergido en el agua, permite controlar el tránsito submarino en las inmediaciones de la base, así como las entradas y salidas del estrecho de Gibraltar. Según los expertos consultados, se trataba de un ejercicio "sencillo" y "habitual" que no ofrecía mayores riesgos.

El sargento José Antonio Gutiérrez, natural de Rota, de 36 años, casado y con dos hijos, y el cabo primero Miguel Ángel Jiménez, de 28 y soltero, fallecieron como consecuencia del impacto.

Dos supervivientes

El piloto y el copiloto, muy experimentados en este tipo de misiones, siempre según las fuentes consultadas, no sufrieron daños y pudieron abandonar el helicóptero por sus propios medios. Las patrulleras de la Armada Laya y Vigía -dos buques que participaban en el ejercicio y que transportaban a varios buceadores- pudieron rescatar inmediatamente a ambos tenientes de navío, de quienes sólo se han facilitado sus primeros apellidos: Poala y Moreu.

Un remolcador y otros dos helicópteros de la base se sumaron al dispositivo de búsqueda y recuperación de los cuerpos de los dos fallecidos. El Ministerio de Defensa informó del siniestro al Centro Zonal y de Coordinación de Salvamento Marítimo de Tarifa (Cádiz) y rechazó el ofrecimiento de éste de prestar sus medios navales para el rescate.

El departamento que preside Eduardo Serra, que ha ordenado la apertura de una investigación interna para esclarecer las circunstancias que rodearon el suceso, no ofreció ayer explicaciones relativas a las posibles causas del accidente del helicóptero, aunque, en principio, un portavoz oficial no descartó ni las humanas ni las materiales.

Los servicios médicos del recinto naval roteño practicaron ayer la autopsia a los cadáveres de las víctimas. La información facilitada oficialmente no precisa si perecieron justamente en el momento del choque contra el agua.

La muerte de los dos militares ha causado profundo pesar tanto en Rota como en Chipiona, donde residían, respectivamente, Gutiérrez y Jiménez. En concreto, el cabo primero era una persona muy conocida en Chipiona, donde vivía junto a su madre, viuda, y en cuya emisora municipal efectuaba labores técnicas de modo altruista, según destacó ayer el alcalde, Luis Mario Aparcero (PSOE), quien envió un telegrama de pesar a la familia del joven en nombre del pueblo. Los funerales se celebrarán esta mañana en la base naval.

Según Defensa, el último siniestro padecido por un helicóptero de la Armada de las características del de ayer ocurrió el 19 de julio de 1989.