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John Scofield Quartet / Steps Ahead. Palau de la Música. Valencia 12 y 13 de julio de 1999.Una cierta dosis de variedad y equilibrio ha caracterizado el III Festival de Jazz en el Palau que hoy cerrará Al Jarreau. Buen ejemplo de ello han sido la programación, en días consecutivos, del pianista Brad Mehldau y el programa doble, un tanto abrumador, de los supergrupos dirigidos por John Scofield y Mike Mainieri. Todos coinciden en haber explorado los caminos de la fusión, si bien por derroteros muy diferentes. Mehldau demostró estar imparable. La progresión desde sus primeras actuaciones en tierras valencianas, en la sala Quatre o en el Café del Mar, hace ya algunos años, hasta la actualidad, resulta impresionante. Por medio están los tres modélicos volúmenes grabados de The Art of the Trío y la progresiva construcción de un mundo y una voz propias. Con la recoleta Sala Rodrigo llena, Mehldau se sumergió en un diálogo con el piano y sus dos acompañantes, más que con el público, teniendo en el batería catalán Jorge Rossy una réplica formidable. Pero esa aparente indiferencia hacia lo que le rodea abre la puerta a un universo sonoro distinto donde las canciones cobran vida propia, creciendo insospechadamente a partir del corazón mismo de la más sencilla melodía. Y daba igual que se tratara de un tema autógrafo, de un estándar como All the things you are o de una pieza rock de Radiohead como Exit Music (The film). En todas ellas Mehldau vierte sus conocimientos de música clásica, una sabiduría jazzística que él mismo rehusa emparentar con Bill Evans o Keith Jarrett, por más que haya similitudes evidentes, y un cierto aroma pop, para crear algo nuevo y personal con una técnica primorosa. Supergrupos Frente a la nueva sensación del firmamento jazzístico, al día siguiente aparecieron estrellas bien conocidas. En primer lugar, un cuarteto donde en tres de sus miembros (Scofield, el batería Al Foster y el contrabajista Dave Holland) hay un importante nexo común: la colaboración con Miles Davis. Junto con el saxofonista Joe Lovano ofrecieron un concierto basado en temas firmados por uno u otro de ellos. Escasamente memorable, a pesar de la solvente base rítmica y de la indudable pericia de los dos solitas, torrencial en el caso de Lovano y efectista en cuanto al guitarrista líder, pero digna de mejor causa. A continuación, el legendario Steps Ahead resurgió en plan acústico de sus cenizas bajo la batuta de Mike Mainieri, único miembro fundador de la superbanda que, por otra parte, estuvo espléndido al vibráfono. Quien tuvo retuvo, y la superbanda, que contaba con miembros históricos de la segunda hornada como la pianista Eliane Elias y el batería Peter Erskine, además de contar un refuerzo de primera magnitud en el saxofonista Bob Berg, dio la talla y tuvo momentos brillantes como la sugerente balada de Mal Waldron Soul eyes o un tema de Elias titulado The time is now con el que transitaron las zonas más cálidas de la velada.