La Junta dice que hubo anomalías en el simulacro en el que murió un joven

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha decidido remitir a la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) los resultados de la investigación que inició tras la muerte del alumno de un centro de Motril durante un simulacro de emergencia. La consejería asegura que en el simulacro hubo "irregularidades". Los hechos ocurrieron el pasado 28 de mayo cuando, en unos ejercicios de emergencia en el centro concertado Luis Pastor, de Motril, un joven, Francisco Jiménez Maldonado, de 21 años, inhaló el humo de un bote que habían arrojado a los aseos, en donde él se encontraba, ajeno al simulacro. Nueve días después, falleció. La Junta afirma que no se siguieron las instrucciones para el desarrollo de un ejercicio de evacuación, que no debe poner en ningún momento en riesgo la vida de nadie. Tampoco se comprobó si había personas en el interior del edificio antes de arrojar botes de humo, que fue precisamente lo que se sucedió en este caso. La Junta considera, igualmente, que estaba previsto que se ejecutaran maniobras que "podrían haber incrementado los factores de riesgo de forma innecesaria", como la idea inicial de prender fuego en un contenedor. El informe señala, además, que "no existió coordinación suficiente entre los distintos responsables del plan de autoprotección".