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El PNV ofrece un pacto a EH para excluir a los socialistas de las diputaciones

Pedro Gorospe

Los nacionalistas vascos seguirán intentando que el pacto de Lizarra se traslade a los gobiernos municipales y forales en los que sea posible. Delegaciones del PNV, EA y EH se reunieron ayer en la Cámara de Vitoria para suavizar la crisis causada por la presencia del preso etarra José Luis Barrios en el Parlamento navarro y por el enfrentamiento que mantienen en Rentería (Guipúzcoa). El PNV y EA ofrecieron a EH un acuerdo para las diputaciones y los ayuntamientos cuya principal consecuencia sería la exclusión del PSE.

"No existe ni un atisbo de crisis", declaró ayer el portavoz del PNV, Joseba Egibar, al término de la reunión con Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna (HB). Así, atribuyó los duros reproches que se han cruzado en los últimos días a las "dificultades" que, en su opinión, surgen en las relaciones partidarias. También el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, quiso quitar hierro al enfrentamiento verbal por entender que se trata de críticas políticas. "Este país no se puede permitir el lujo de que este marco de alianzas entre en crisis", declaró. El PNV y Eusko Alkartasuna (EA) ofrecieron ayer a EH un pacto de legislatura similar al que sustenta al Gobierno vasco, es decir con apoyos desde fuera, a pesar de las resistencias que hay en los propios peneuvistas a un acuerdo cerrado con EH que excluya a los socialistas de todas las instituciones. Los tres partidos seguirán negociando los próximos días, ya que EH insiste en integrarse plenamente en los ejecutivos forales.

Egibar dijo ayer que la alianza entre el PNV, EA y EH forma la principal "línea política de trabajo" para la definitiva constitución de las diputaciones y los gobiernos municipales. Una apuesta casi personal que, de concretarse, dejaría al PSE en la oposición en el Ayuntamiento de Bilbao y en la Diputación de Vizcaya y la de Guipúzcoa y, por decisión propia, también en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación Foral de Álava.

A su vez, Otegi dejó muy claras cuáles son sus condiciones para ese acuerdo: entrar en los gobiernos forales y municipales y que los socialistas no toquen poder. "Gobernar con el PSE no es posible porque ha constituido junto al PP una nueva falange española", dijo, en referencia a que los socialistas van a apoyar al candidato popular a diputado general, Ramón Rabanera, aunque no participen en el Gobierno foral.

Egibar, quizá pensando en conflictos como el de Rentería y en la oposición que puede encontrar en sectores de su propio partido, dejó, no obstante, una rendija abierta al desencuentro: "Todavía cabe la posibilidad de que no haya un umbral de acuerdo".

Prepotencia

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Mientras las cúpulas de los partidos nacionalistas se mostraban muy dispuestas a suavizar las formas y a seguir profundizando en el pacto de Lizarra, las ejecutivas locales del PNV y EA de Rentería acusaron ayer a EH de "prepotencia e intransigencia". Jon Ander Arrieta y Nieves Jauregi, miembros de las direcciones locales de EA y el PNV, respectivamente, calificaron de "intolerable" la actitud de los simpatizantes de HB en el pleno constituyente del pasado sábado. "HB no ofrece a este pueblo garantías de democracia y honradez", declararon después de denunciar una "campaña de intoxicación" contra ellos diseñada por parte de EH.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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