Los andalucistas exigen al PSOE una solución como la de Melilla para Almuñécar

El secretario provincial del Partido Andalucista en Granada, Pablo Serrano, pidió ayer al PSOE que busque una solución a la crisis creada en Almuñécar tras la decisión de cuatro concejales socialistas de aliarse con el PP para desalojar al andalucista Juan Carlos Benavides de la alcaldía. Hoy está prevista una reunión de la ejecutiva socialista con los concejales disidentes para hacer un último intento de arreglo, aunque el PSOE ya ha anunciado que "el partido ha dejado de existir" en Almuñécar. Serrano, que expresó su malestar por lo ocurrido en una de las alcaldía más emblemáticas de los andalucistas, comparó Almuñécar con Melilla y sugirió que la misma medida que ha tomado la dirección federal del PSOE -exigir la dimisión de los militantes que no acataron la orden de no pactar con el PP- se puede aplicar en la localidad costera y reconducir la situación para que Benavides vuelva a la alcaldía. Críticas al PP No obstante, el secretario andalucista no fue excesivamente duro con los socialistas -que demostraron ser ajenos al pacto de Almuñécar expulsando fulminantemente a los concejales y declarando disuelta la agrupación socialista- como con el PP y su presidente provincial, Juan de Dios Martínez Soriano, a quien Serrano atribuyó la orden de que se desalojara del poder a los andalucistas allí donde se pudiera, pactando incluso con el PSOE. "Lo sucedido en Almuñécar", dijo Serrano, "es una vendetta del PP, una revancha y una venganza por haber contribuido con nuestro apoyo a que el alcalde de la capital fuera un socialista". "Es una actitud irracional, infantil, de algún irresponsable de la cúpula provincial", añadió, dando luego la identidad de Martínez Soriano. "Y ha llegado hasta el extremo", agregó, "de que, siendo su partido la segunda fuerza más votada en Almuñécar, y habiendo perdido el PSOE concejales respecto a la anterior legislatura, le ha regalado la alcaldía". Algo similar a lo sucedido en Almuñécar ocurrió también en el pequeño pueblo de Rubite, donde el Partido Socialista y PP han acordado turnarse la alcaldía dejando fuera al PA. Serrano exigió explicaciones al respecto y, minutos más tarde, el coordinador provincial de campaña socialista, Luis González Vigil, se las dio: también a los concejales de Rubite se les ha abierto otro expediente de expulsión. González Vigil anunció que para hoy estaba prevista una reunión con los concejales de dos de los tres pueblos que no han seguido las directrices socialistas de no pactar con el PP: Almuñécar y Maracena. La cúpula provincial piensa exigirles que presenten su dimisión y dejen correr el puesto en la lista para que entren nuevos concejales que pongan fin "a un pacto encubierto". El coordinador explicó que la víspera de la investidura, la agrupación de Almuñécar había mantenido una asamblea secreta para decidir presentar su candidatura a la alcaldía y dejar que el PP la apoyara, en contra de órdenes expresas. Luego desconectaron sus teléfonos móviles y no atendieron a ninguna llamada de la ejecutiva provincial. Como consecuencia de ello, se les abrió un fulminante expediente de expulsión y se decretó la disolución de la agrupación de Almuñécar. "Oficialmente", dijo Vigil, "el PSOE ha dejado de existir allí". Ahora deberá comenzar un periodo de reclutamiento de nuevos militantes. "Estamos haciendo lo que se debe hacer", señaló González Vigil. "Si Serrano tiene otra fórmula, que nos la dé".