Ultimátum: renuncia o expulsión

Horas después de ser proclamado diputado provincial por La Marina Baixa, el alcalde de Finestrat, José Miguel Llorca, recibió ayer un ultimátum de la dirección del PSPV. Tras una reunión de urgencia celebrada por la tarde, la presidenta de la gestora, Juana Serna, le anunció la apertura de un expediente disciplinario por no acatar un mandato del órgano superior, y le concedió un plazo de 24 horas para renunciar al acta de diputado y a tomar posesión del cargo. En caso contrario, Llorca se incorporará automáticamente al grupo mixto de la Diputación, lo que se traduciría en la expulsión del partido. Tras 20 años ganando elecciones en su pueblo para el partido, el alcalde de Finestrat no se pensó dos veces la respuesta: "No acato la orden, y si no hay otra solución iré al grupo mixto, porque no puedo defraudar a los compañeros que han confiado en mí". El concejal de Benissa Jaume Castells, candidato crítico por La Marina Alta que el domingo no consiguió apoyos suficientes frente al oficialista Adolfo Utor para alcanzar un escaño en la Diputación, también será expedientado. La decisión puede radicalizar todavía más la crisis de los socialistas, toda vez que implica, indirectamente, un castigo a los 78 concejales del PSPV que han apoyado a los candidatos críticos en las dos Marinas.