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La dirección de CiU, preocupada por la pérdida de votos en la "segunda corona" de Barcelona

/ Girona [EN] El secretario general de CDC, Pere Esteve, se rodeó ayer de datos ante la ejecutiva de su partido para evidenciar una preocupación que comparten todos sus compañeros de dirección: cómo mirar con optimismo las próximas autonómicas con el retroceso que ha sufrido la coalición nacionalista en las municipales en la llamada segunda corona de Barcelona, en localidades como Vilanova i la Geltrú, Igualada y Granollers. Así lo expuso en la reunión de la ejecutiva de CDC sobre la que volvió a flotar el fracaso de la coalición nacionalista en las comarcas de Barcelona.

El análisis de Esteve fue descriptivo y no entró en valoraciones. Y aunque municipales y autonómicas no tengan nada que ver -así lo han repetido hasta la saciedad los dirigentes de la coalición nacionalista- nadie en CiU quita el ojo del pasado para preparar la estrategia de la autonómicas. Con todo, el secretario general de CDC se congratuló de haber podido romper la "dinámica de aislamiento" que las fuerzas políticas quisieron llevar a cabo con CiU y que, a su juicio, la coalición ha conseguido romper. CiU atribuyó a su "capacidad de negociación" el haber conseguido evitar una pérdida significativa de alcaldías originada por pactos tras las elecciones, como le ha sucedido al PP en el resto de España. Tanto Pere Esteve como Josep Sánchez Llibre, responsable de organización de Unió, atribuyeron a "la centralidad" de CiU el haber podido pactar tanto con ERC como con el PSC y el PP. La coalición nacionalista gobernará en 600 ayuntamientos, 22 menos que hasta ahora. CiU ha conseguido 75 alcaldías gracias a pactos con otras formaciones, especialmente ERC y el PP; 90 han correspondido a miembros de Unió. Límites del PP A pesar de los pactos concretos con el PP, las negociaciones entre los conservadores y CiU han supuesto un nuevo motivo de distanciamiento entre ambos partidos. El PP reprocha a los nacionalistas que les haya arrebatado su buque insignia, Sant Andreu de Llavaneres (Maresme), a través de un pacto con independientes. Por su parte, CiU reprocha a los conservadores que se hayan unido a la izquierda en Tortosa (Baix Ebre) para desplazarle. El presidente de CDC, Jordi Pujol, dijo ayer que este pacto demuestra "los límites" del PP catalán. "Si la capacidad de maniobra del PP, cuando quiere dar el golpe, consiste en esto está claro que sus posibilidades en Cataluña son muy limitadas", dijo. El PP ha obtenido una decena de alcaldías, todas ellas en poblaciones de menos de 1.000 habitantes. La preocupación en CiU y en el PP contrastaba ayer con el exultante estado de ánimo del secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, quien explicó los beneficios prácticos que a su juicio ha comportado la estrategia de equidistancia seguida por su formación en las negociaciones para formar los gobiernos locales. Gracias a la situación de "centralidad" -de dejar abierta la posibilidad de pactar tanto con el PSC como con CiU-, los independentistas han conseguido 48 alcaldías, de las cuales 18 provienen de pactos con otras formaciones: 10 con el PSC, 6 con CiU, una con Iniciativa-Verds y una con independientes. El líder independentista admitió que en sus pactos había un "decantamiento" en favor del PSC sobre CiU en una proporción del 60% contra el 40%. "Hemos defraudado a aquellos que se pensaban que éramos una JNC [las juventudes de Convergència] más radical o una plataforma más de apoyo a la candidatura de Pasqual Maragall", afirmó Carod-Rovira. La estrategia equidistante de ERC fue duramente censurada por el primer secretario del PSC de Girona, Manel Nadal, quien calificó incluso de "estrepitoso fracaso" los intentos de aprovechar los resultados electorales para articular mayorías de progreso de forma generalizada. Nadal atribuyó toda la responsabilidad de la esterilidad de las negociaciones a ERC, a la que acusó de dar su voto a CiU siempre que sus concejales han sido decisivos para formar una mayoría de gobierno. "Espero que esto no sea una premonición respecto a las autonómicas", dijo Nadal. El vicesecretario general de ERC, Joan Puigcercós, respondió a Nadal acusando a los socialistas de acudir a las negociaciones con "actitud prepotente" y haciendo gala de una "voluntad hegemonista de la izquierda". Las poblaciones de Salt (Gironès) y Blanes (Selva), con alcalde de CiU gracias al apoyo de los republicanos, constituyen para Nadal dolorosos ejemplos de la estrategia de Esquerra Republicana.

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