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Azkuna formará un gobierno monocolor en Bilbao hasta formalizar un pacto Logró la alcaldía con el apoyo de EH, pero negó que haya acuerdo

Todo transcurrió en Bilbao según el guión previsto y el ex consejero de Sanidad, Iñaki Azkuna, fue designado alcalde con los votos de su coalición PNV-EA y con los de EH, cuyo apoyo fue agradecido por Azkuna, pero matizando que "no hay pacto ni compromiso alguno" con la marca electoral de HB. El nuevo primer edil reveló que mañana formará un gobierno provisional, con integrantes de su coalición, que "durará hasta conformar los pactos" que pasan por un acuerdo con EH e ICV o con PSE e IU.

La intervención de los concejales de EH volvió a provocar problemas en un pleno de Bilbao. Esta vez fue el largo discurso político -habló durante más de 10 minutos- del concejal y preso preventivo de ETA Txabi Aretxaga en el turno de juramento de su cargo. En mitad de su disertación, tras censurar al PP y PSOE su postura sobre los presos etarras, los 13 ediles de estas dos formaciones abandonaron el salón de plenos, al que no se incorporarían hasta poco antes de la votación para elegir al alcalde. Fue el único momento tenso y de los pocos que incumplieron lo previsto. Otro fue la presencia ininterrumpida, durante la hora que duró el pleno, de Txabi Aretxaga, pese a que un auto de la Audiencia Nacional limitaba la autorización concedida al preso de ETA a la toma de posesión de su cargo, tras la cual debería reingresar en prisión. El presidente de la mesa de edad, José Manuel Uribarri (PNV-EA), señaló que se había alcanzado un acuerdo para permitir la presencia de Aretxaga durante todo el acto pero sin que pudiera intervenir ni participar en la votación. Azkuna logró 12 de los 29 votos de la corporación: El PSE-EE se abstuvo y las otras formaciones -PP, Iniciativa Ciudadana Vasca e IU- votaron a su candidato. El nuevo alcalde agradeció los tres votos de EH pero matizó: "No se confundan, que sean conscientes que nos han votado porque han querido. No hay más compromiso o pacto que el de empezar a hablar el lunes con todos para ver la mejor forma de garantizar la gobernabilidad". Tras acabar la sesión, Azkuna reveló que mañana formará un gobierno provisional, únicamente con ediles de la coalición PNV-EA, y ese mismo día empezará los contactos oficiales para formalizar un pacto. Dada la necesidad de alcanzar los 15 corporativos y ante la improbabilidad de un pacto PP-PSE, todo se reduce a dos fórmulas: PNV-EA junto a EH e ICV o la coalición nacionalista con PSE e IU. Azkuna volvió ayer a considerar idónea esta última opción, heredera de la pasada legislatura, pero dejó abiertas todas las posibilidades. En el resto de Vizcaya apenas hubo sorpresas, salvo casos como Elorrio, donde EH arrebató la alcaldía al PNV, que era la lista más votada. En la Margen Izquierda se reeligió a los alcaldes del PSE, con el apoyo del PP y la abstención del PNV. Los únicos incidentes se produjeron en Barakaldo, donde se desalojó a unas treinta personas que insultaban al PSE y PP. En la Zona Minera, hubo reparto entre PSE (Trapagaran, Ortuella, y Abanto) y PNV (Zierbena y Muskiz). En Getxo, Basauri, Galdakao o Gernika salió elegido el candidato del PNV. En Bermeo repitió EA, pero por unanimidad de todos los corporativos. Ahora queda pendiente la designación del diputado general y el gobierno foral, con menos problemas que en Bilbao. PNV-EA, con 21 de los 51 junteros, tiene asegurada la reelección de Josu Bergara y la opción más factible es un acuerdo con EH, bien con un pacto de legislatura o entrando en el consejo gobierno.

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