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Reportaje:

La incesante polémica sobre la TV estatal

La "objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones" así como "la separación entre informaciones y opiniones" son principios rectores de los medios estatales de comunicación en España desde hace casi veinte años, según el Estatuto de RTVE. Pero la oposición política siempre ha negado que se respeten, cualquiera que sea el Gobierno de turno: así, el hecho de que TVE adjudicara el apelativo de "catastrofista" al líder socialista, en plena transmisión del debate sobre el estado de la nación, es sólo el último de una larguísima cadena de incidentes. Los corresponsales de EL PAÍS explican algunas de las diferencias de organización y de actitud ante la información, entre la televisión pública española y otras europeas.

REINO UNIDO

La carta fundacional de la BBC establece tres principios de la televisión pública británica: imparcialidad, independencia y neutralidad. Tan arraigada está la norma, que sus portavoces califican de "contactos regulares" con los partidos políticos lo que otras cadenas no dudarían en calificar de "presiones", informa Isabel Ferrer. Pero, tras las llamadas o sugerencias, la BBC es la que decide qué tiempo y qué tratamiento se da a los temas. "Se trata de asegurarse de que todos puedan llegar al votante en igualdad de condiciones. Cuando nos equivocamos, ofrecemos una disculpa", explica un portavoz de la BBC. A veces, las cosas salen de manera distinta. Cuando Peter Mandelson, el ministro laborista de Comercio e Industria que recibió un dudoso préstamo personal y tuvo que dimitir, fue denunciado como homosexual por un invitado durante un informativo nocturno, el afectado no dudó en arremeter contra la televisión pública. A la mañana siguiente, los servicios informativos recibieron una nota de la dirección general recordando que la vida privada no debe ser discutida en público.

La "natural neutralidad"

Los debates parlamentarios, la famosa Question Time, una cita semanal que obliga al primer ministro a responder a la oposición, o bien cualquier otra transmisión de carácter político, son tratadas con aires de imparcialidad. "Si un comentarista aireara su propia opinión en directo tendría las horas contadas en esta emisora", añade el portavoz. Otra cosa es fomentar un debate o moderar una discusión. La organización, en fin, es distinta a la española: la junta de gobernadores de la BBC, que no depende tan claramente del Gobierno, es la que nombra al director general.

HOLANDA

Holanda, desde que a principios de los años sesenta el primer ministro Piet de Jong instituyó una entrevista semanal con la televisión pública, NOS, que aún se celebra cada viernes, casi nadie ha puesto en tela de juicio este privilegio de la emisora ni la forma de realizarlo, informa Sonia Robla. Por una ley no escrita, una especie de acuerdo entre caballeros, la NOS tiene los derechos de todos los "acontecimientos de interés nacional", como el discurso del Trono en la apertura del año parlamentario, los debates importantes del Congreso y del Senado, y todas las celebraciones de la Casa Real. Las diferentes emisoras, que tienen origen en su mayoría en convicciones religiosas o sociales, cooperan en el seno de la NOS, que coordina los programas y realiza los informativos sin levantar sospechas sobre su objetividad.

Un amplio consenso

La actividad parlamentaria francesa está cubierta por Canal Assemblée, que retransmite la totalidad de las sesiones parlamentarias por cable y satélite, mientras que LCI, cadena francófona de información continua, da en directo los debates más importantes. La televisión pública sólo transmite sesiones parlamentarias en casos de gran importancia o solemnidad. Todos esos canales realizan las retransmisiones sin hacer comentario alguno, limitándose a identificar -a través de rótulos- a los que toman la palabra. Una vez acabada la sesión, es posible que sean invitadas una o más personas para valorar el debate, en algunos casos por especialistas del propio canal, y en otros por expertos de institutos de opinión. Siempre se separa, por lo tanto, lo que se considera información de lo que se presenta como opinión, informa Octavi Martí. La televisión pública tiene la obligación de informar de manera completa e imparcial. La vigilancia de que esto se cumple corresponde al Consejo Superior del Audiovisual, un organismo autónomo, con capacidad para exigir que se respete el derecho de réplica o para destituir al presidente de la cadena pública.

FRANCIA

La Radiotelevisión pública italiana (RAI) está controlada por una comisión de vigilancia parlamentaria. Están perfectamente controlados los tiempos de intervención en la pequeña pantalla de cada uno de los líderes políticos del Gobierno y de la oposición, informa Lola Galán. No obstante, la RAI ha recibido numerosas críticas por su pretendida falta de imparcialidad, y, sobre todo, por "ignorar" a algunos grupos, caso del Partido de Refundación Comunista (PRC), especialmente tras la escisión que sufrió en octubre pasado. Otro de los que más ha batallado para lograr un trato equitativo ha sido el Partido Radical, de Marco Pannella -quien ha recurrido incluso al ayuno-, cuya Radio Radicale posee una concesión de la RAI para transmitir desde el palacio de Montecitorio (sede del Congreso). La mayor polémica suscitada en torno a una emisión de la televisión pública fue la intervención del primer ministro, Massimo D"Alema, en un programa de variedades dirigido por el cantante Gianni Morandi, que había alcanzado elevadas cuotas de audiencia: la comisión de vigilancia estuvo a punto de reclamar la suspensión del evento, pero ganaron la votación los afines al Ejecutivo. Sin embargo, la idiosincrasia italiana, con su famosa fórmula de lottizzazione del poder, ha hecho posible que la RAI tenga una naturaleza política "plural". Cada una de sus cadenas responde a una orientación política distinta, que se distribuye según quien está en el poder. El tono y el matiz que se da a la información política en la RAI 2 (el TG2, en concreto), estaría hoy más próximo al centro-derecha, pese a que en otro tiempo estuvo controlada por filo-comunistas, hasta el punto de que el informativo era conocido humorísticamente como "telekabul". Un apodo que estaría más justificado aplicar hoy al informativo de RAI 3, en algunas de sus ediciones. El de RAI 1, a su vez, encarna a la perfección al Gobierno, es decir, un tono que debe contentar más o menos a diez fuerzas parlamentarias diferentes a la vez. RAI 1 es, además, la cadena encargada de retransmitir misas dominicales del Pontífice, beatificaciones y hasta viajes en directo.

Sin comentarios

La información en la televisión pública en Alemania casi nunca plantea conflictos o discusiones entre los partidos políticos, ni siquiera durante las campañas electorales. El sistema de la televisión y la radio pública en Alemania, financiadas por un canon que pagan los usuarios, dota a estos medios de una autonomía e independencia que supera incluso a las cadenas privadas. Se puede afirmar que los medios audiovisuales públicos en Alemania son, de verdad, entes de la sociedad civil, informa José Comas. Las dos cadenas públicas de ámbito nacional (ARD y ZDF) más los diferentes programas regionales están gobernados por un consejo, donde se encuentran representados partidos, sindicatos, iglesias y organizaciones no gubernamentales. Este consejo nombra el intendente, cargo equivalente al de director general. Esta construcción garantiza una amplia autonomía. Los únicos conflictos entre los medios audiovisuales públicos y la política se plantean a la hora de aprobar las subidas del canon. Como detalle revelador de esta independencia frente al poder político, se puede citar la auténtica alergia que sentía el anterior canciller federal alemán, Helmut Kohl, frente a la televisión pública de Renania del Norte y Westfalia (WDR). Kohl le negaba entrevistas a esa televisión pública, la más importante de Alemania, y se las concedía a cadenas privadas. No era raro que en una rueda de prensa, ante una pregunta incómoda de un periodista de la televisión pública, Kohl replicase: "Ah, usted es de la WDR, ya me lo imaginaba".

ITALIA

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