"No somos un grupo dirigido ni el producto de una multinacional"

Más allá de las cifras (ha despachado más de 600.000 ejemplares en un año, lo que le convierte en el grupo vasco que más discos vende en la actualidad) y de los premios (Ondas, Premios de la Música), La Oreja de Van Gogh ha logrado un hito: desbancar a Duncan Dhu como sinónimo de pop rock vasco. Hace un año, 24 meses después de su formación, el quinteto se presentaba ante los medios de comunicación como la enésima promesa del pop nacional gracias al potencial comercial de las canciones de su estreno: Dile al sol (Sony Music). Hoy es ya la revelación de una concurrida escena, como demostró en su concierto de anoche en Anoeta. Contesta a las preguntas Xabier San Martín, teclista de la formación. Pregunta. Cientos de grupos saltan a la palestra cada año y sólo unos pocos acaparan la atención del público. ¿Cuál es el secreto de La Oreja de Van Gogh? Respuesta. No sé. Supongo que algo tendrán las canciones pero, por otro lado, también somos conscientes de que la suerte es un factor fundamental. Quizá nuestro disco hace 10 años hubiera sido un producto absolutamente independiente, para minorías. No nos creemos, de repente, grandes creadores ni nada. P. ¿Soñaban llegar tan alto? R. La verdad es que no. Nuestra única ambición ha sido ganar el Concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián. Lo logramos en 1997, pues en 1996 el jurado, demostrando su gran oído, ni nos seleccionó. P. ¿Qué es lo que más les ha sorprendido a lo largo de este frenético año? R. Que se puede echar de menos a tus padres. Será una estupidez, pero supongo que tener 21 años y llegar a echar de menos el estar en casa con papá y mamá te sorprende. P. ¿Han notado que el grupo, y ustedes como músicos, han evolucionado? R. La verdad es que somos cinco estudiantes, cinco amiguetes que deciden hacer un poco el tonto y se ponen medio a tocar. A hacer risas, vamos. Por eso, ahora cada concierto es como una clase magistral. Supongo que se aprende muchísimo y, verdaderamente, lo necesitamos. Lo que tocamos, creo que lo tocamos muy bien, pero no nos pidas grandes solos ni grandes virguerías. P. ¿Tienen miedo a que alguien proponga a su cantante iniciar una carrera en solitario? R. Esa pregunta sería para Amaia [Montero]. Ella canta muy bien, pero esto es La Oreja de Van Gogh, las canciones son de todos y lo que ella canta, que lo hace muy bien, es un trabajo de cinco. Habrá alguien que toque mejor, seguro, y que sea más guapo, eso ni te cuento, lo que pasa es que lo que se toca hay que hacerlo antes. Y eso lo hacemos los cinco y sólo los cinco. P. ¿Qué proyectos tienen en mente? R. Ahora el 90% de los pensamientos los dedicamos a la gira de verano. El nuevo disco lo dejamos para el año que viene. En él volveremos a hacer lo que podemos y lo que sabemos, que es, en definitiva, lo que nos gusta. P. Lo del maquillaje y el vestuario en la ficha técnica del disco parece poco rockero. R. Hombre, Eddie Vedder también se maquilla. Lo puedo asegurar. De todas maneras, lo del maquillaje es por Amaia y no se nos impuso ningún vestuario. Son todas tiendas de San Sebastián a las que se nos ocurrió ir por el morro a ver si nos podían dejar algo de ropa. Qué sé yo, por tener algo más donde elegir. Hay cosas por las que se nos puede criticar, pero, aunque estemos en una multinacional, si algo no se puede decir es que somos un grupo dirigido, ni un producto. Eso es así. Hay 10.000 indicios para el que dude. El primer argumento es que si haces un grupo producto, a Amaia no sé, pero está claro que a nosotros cuatro no nos coges. Honestamente: no somos grandes músicos, ni tenemos una imagen que digas: "Vaya, mira qué cuatro bollos".