La mitad de Bilbao, sin agua toda la mañana por las obras de una tubería

Cerca de 180.000 bilbaínos, la mitad de la población de la ciudad, permanecieron durante toda la mañana de ayer sin suministro de agua debido a las obras de renovación de una tubería, que duraron cuatro horas más de lo previsto. El Ayuntamiento había advertido de que en varias zonas céntricas de la ciudad el servicio de agua estaría interrumpido durante toda la noche del jueves, hasta las ocho de la mañana. Pero no hubo suministro hasta las 13.00 y afectó a más del doble de vecinos previstos.

El corte del suministro iba a afectar totalmente a 70.000 vecinos, en concreto a los residentes entre las calles Avenida Sabino Arana, Luis Briñas y el tramo comprendido entre éstas, Felipe Serrate y la zona de La Casilla. Sin embargo, la demora en la conclusión de los trabajos perjudicó a otros 110.000 residentes de la zona del Arenal hasta Campo Volantín, Deusto, Ensanche, Rekalde, Autonomía e Indautxu, que durante la noche habían sufrido una importante bajada de la presión. "El problema ha sido que, al demorarse más las obras, el poco agua que había se ha consumido cuando la gente ha empezado a enchufar las lavadoras, ducharse, y en las zonas donde había bajada de presión también se han quedado sin suministro", explicó Xabier Goitia, subdirector de Infraestructuras del Ayuntamiento. El servicio de Obras del consistorio bilbaíno tuvo ayer una mañana ajetreada. Las llamadas de los ciudadanos se sucedieron por la falta de agua en sus domicilios. La culpa fue de las renovación de una tubería que discurre por la calle Doctor Areilza, cuyas obras iban a obligar al corte del suministro entre las 21.00 del jueves y las ocho de la mañana de ayer a casi una quinta parte de la población bilbaína. Pero a las ocho los afectados se encontraron sin disponer de suministro en sus hogares. "Los trabajos se han complicado porque no hemos sido capaces de cortar al 100% el agua en la zona de las obras; venía una pequeña aportación de agua, que provoca más dificultades que trabajar en seco y por eso se ha prolongado todo", aseguró el subdirector de Infraestructuras. Goitia señaló que, a partir de las 11.45, se empezó a restablecer el abastecimiento de agua en los domicilios afectados y la situación quedó prácticamente normalizada poco antes de la una de la tarde. Las obras consistían en desviar una tubería soterrada por otra que ya estaba preparada a unos metros de distancia. La conexión a la red se debería haber realizado simplemente con el cierre de la válvula de paso más cercana, pero se encontraba estropeada, por lo que los técnicos tuvieron que interrumpir el suministro desde el depósito donde empieza la tubería, lo que explica la amplitud del corte. La tubería renovada ayer ha motivado multitud de problemas en los últimos años y, en mayo pasado, la rotura de una cañería dejó sin agua a cerca de 13.000 vecinos. Los bilbaínos sufren cada año más de 2.500 cortes de agua debido a las roturas de las tuberías de abastecimiento, de gran antigüedad, lo que acarrea al Ayuntamiento un gasto anual de 100 millones en reparaciones.