El PNV no enmendará la ley sobre las víctimas para evitar retrasos

El PNV mostró ayer su lado más solidario con las víctimas de acciones terroristas al anunciar que no planteará ninguna enmienda a la proposición de ley presentada el pasado jueves, que cuenta con el consenso de todos los grupos del Congreso. El PNV contrapuso el "sentido de la responsabilidad" de tramitar esta proposición sin retrasos en la Cámara baja al comportamiento "impresentable" demostrado, según el portavoz peneuvista en el Congreso, Iñaki Anasagasti, por el PP en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara vasca, que acoge a la ponencia sobre las víctimas de la violencia. Populares, socialistas y Unidad Alavesa se han negado desde el principio a participar en ese foro del Parlamento vasco y han criticado duramente a sus impulsores, el bloque firmante del Pacto de Lizarra. Iñaki Anasagasti calificó ayer de postura "muy beligerante" la mantenida durante estos meses por los populares respecto de la ponencia vasca. El portavoz de los diputados peneuvistas admitió que su partido se ha visto tentado de devolver con la misma moneda esta actitud al Gobierno de José María Aznar en la tramitación del texto, que prevé un gasto mínimo de 48.000 millones de pesetas en indemnizaciones para las víctimas del terrorismo. Sin embargo, el PNV ha optado por "dar satisfacción a una necesidad perentoria" de un conjunto de víctimas con "las que la sociedad estaba en deuda", indicó. Acuerdo incumplido Anasagasti aprovechó su comparecencia en una rueda de prensa, a la que acudió acompañado por la diputada de su grupo Margarita Uria, para censurar al Ejecutivo popular por no cumplir el acuerdo del Congreso del pasado noviembre sobre los presos de ETA. Recordó que la ley para las víctimas es la única parte que se ha cumplido de un acuerdo por el que todos los partidos exigieron, además, al Gobierno la aplicación de una política penitenciaria más dinámica, flexible y consensuada, así como no utilizar el proceso de paz en la pugna política. Los nacionalistas vascos pretenden que la proposición pueda quedar aprobada definitivamente antes de seis meses. Para ello, el PNV quiere que los partidos comiencen la tramitación del texto por la vía de urgencia en una sesión este mismo mes, pese a que es ya periodo inhábil en el Congreso de los Diputados. Para evitar cualquier tipo de dilación, los nacionalistas han optado por no presentar enmiendas, pese a que en algunos apartados el PNV ha mostrado sus diferencias con el texto inicial. Por ejemplo, los peneuvistas hubiesen preferido, según explicó Uria, que la fecha fijada para comenzar a aplicar las indemnizaciones fuese 1977 (tras la Ley de la Amnistía decretada por el Gobierno), en lugar de 1968, fecha del bautismo de fuego de la organización terrorista ETA. Uria ha conseguido, según explicó, colocar en el texto como beneficiarios a las personas víctimas de secuestros.