El ex prefecto de Córcega deja la cárcel y amenaza
El ex prefecto de Córcega, Bernard Bonnet, arremetió contra la ministra de Justicia, Elisabeth Guigou, y contra los jueces, nada más abandonar ayer tarde la prisión parisiense de La Santé donde ingresó el pasado 4 de mayo. También habló amezadoramente: "El caso empieza ahora". Sereno, sin evidenciar en su semblante la rabia que, sin duda, bullía en su interior, el ex prefecto procesado por el incendio del restaurante de playa de Córcega dijo haber sido víctima de "un atentado judicial corso cometido en banda armada". Tras añadir que los autores de ese supuesto atentado le han "robado dos meses" de su vida, Bonnet descalificó a Guigou por unas declaraciones en las que criticó implícitamente la posición mantenida en el caso por el ministro de Interior Jean-Pierre Chevènement. Guigou juzgó extravagante que haya quienes "se subleven contra la detención provisional cuando se trata de un prefecto y al mismo tiempo se pida que se aplique la detención provisional a jóvenes que han cometido actos mucho menos graves que los que se le imputan al prefecto Bonnet".
El ex prefecto no dejó pasar la ocasión estelar que su salida de la cárcel en libertad provisional le brindaba ayer tarde ante un auditorio de decenas de periodistas y cámaras. "Considero inaceptable que una ministra de la República pueda mofarse de la presunción de inocencia con semejante imprudencia". Tras anunciar, sin mayores precisiones, que "pronto va a haber sorpresas en el caso" y proclamar que el asunto "empieza ahora", Bernard Bonnet, dio por concluidas sus declaraciones y se alejó de la prisión con aire sonriente, en compañía de sus dos hijos.
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