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El Gobierno propone pactar una reforma de la ley para evitar que se repita el "caso Barrios"

El Gobierno está decidido a proponer, de forma consensuada con los partidos parlamentarios, las reformas legales pertinentes para impedir que se repita que terroristas confesos, como José Luis Barrios, condenado por el asesinato del concejal sevillano del PP Alberto Jiménez Becerril y su esposa, Ascensión García, puedan ocupar escaños en un Parlamento. El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, que fue poco preciso en la propuesta, admitió sus dificultades al poder afectar a las garantías legales de los procesados, por lo que requirió un amplio consenso de todos los grupos parlamentarios.

En las elecciones municipales y forales del 13 de junio, 30 presos etarras han resultado elegidos concejales en distintos ayuntamientos de Euskadi;, otros tres son electos por las Juntas Generales de Vizcaya, Guipúzcoa y Alava y un cuarto, José Luis Barrios, es parlamentario por Navarra. El portavoz del Gobierno se hizo eco de la propuesta del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, del PNV, que la víspera defendió las reformas legales necesarias para evirar que se repita lo sucedido ayer con Barrios. Piqué adelantó que si el clima político propiciaba un consenso suficiente entre los partidos, el Gobierno apoyaría las reformas legales.

Aunque Piqué no fue nada preciso en su intervención pública, fuentes gubernamentales apuntaron que la reforma afectaría a la Ley de Enjuciamiento Criminal y al Código Penal. Piqué reconoció las dificultades de una reforma que puede afectar a las garantías legales de los procesados. Por ello requirió un amplio consenso.

No es la primera vez que un Gobierno proclama la necesidad de reformas legales para evitar que presos de ETA, con graves causas pendientes con la justicia, puedan sentarse en un Parlamento. La primera vez sucedió en 1986 cuando el preso de ETA,Juan Carlos Yoldi, fue elegido parlamentario vasco en las listas de HB y debatió en la Cámara vasca como candidato a lehendakari en las listas de la coalición.

Al año siguiente, en julio de 1987, ocurrió lo mismo con Guillermo Arbeloa, presentado como candidato a presidente del Gobierno navarro por las listas de HB. Más recientemente, en noviembre de 1998 fueron acreditados como parlamentarios vascos, el ex dirigente de ETA, José Antonio Urrutikoetxea Josu Ternera, y el preso etarra José Antonio Etxebarría.

Veinte minutos

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La presencia ayer del etarra José Luis Barrios en la sesión constitutiva del nuevo Parlamento de Navarra duró apenas veinte minutos. Molestó y creo tensión pero fue puramente testimonial y no generó alteración alguna en el normal desarrollo de la sesión. El socialista José Luis Castejón, de 48 años de edad y alcalde de la ciudad de Estella durante los últimos ocho años, fue elegido nuevo presidente de la cámara legislativa foral. El terrorista José Luis Barrios fue traslado minutos antes de las once de la mañana al hemiciclo desde la cárcel de Pamplona. Los parlamentarios de UPN y PSN-PSOE lucían ya en sus solapas unas insignias con dos manos blancas como expresión externa de rechazo y repulsa al terrorismo. Nada más llegar, el portavoz del grupo parlamentario de EH, Pernando Barrena, indignó a algunos asistentes al dar un caluroso abrazo a Barrios, que pudo reunirse por espacio de cinco minutos con sus siete compañeros de grupo. El preso de ETA y parlamentario foral pudo también conversar brevemente con sus padres.

Antes de iniciarse la sesión, todos los partidos (UPN, PSN-PSOE, IU-EB, CDN y EA-PNV), a excepción de EH, habían estampado ya sus firmas en el documento en el que mostraron su "repugnancia" y "malestar" por la presencia del asesino de Ascensión Pastor, esposa de Jiménez Becerril, muerto en el mismo atentado.

Cuando el regionalista Calixto Ayesa, llamó a "don José Luis Barrios" para que tomara posesión de su asiento en la mesa de edad de la sesión en su condición de parlamentario más joven (26 años) Barrios se puso de pie y dijo que renunciaba a su derecho. Flanqueado por sus compañeros de grupo Milagros Rubio (que criticó su inclusión en las listas de EH) y Aurkene Ortiz, Barrios permaneció en postura chulesca, desafiante, e incluso sonriendo durante su estancia y hablando con sus compañeros. Lucía una camiseta morada, en la que se leía la inscripción Presos-as vascos a Euskal Herria.

Al igual que los demás parlamentarios, Barrios prometió, puesto en pie en su escaño, acatamiento al Amejoramiento del Fuero y a la Constitución. Lo hizo, eso sí, en euskera y "por imperativo legal", como el resto del grupo de EH. Tras un breve receso, la presidencia de la cámara dio cumplimiento a los requerimientos judiciales y Barrios fue conducido de nuevo al furgón policial que lo trasladó directamente a la prisión madrileña donde cumple condena. Su salida del Parlamento fue acompañada nuevamente de abrazos y saludos de sus compañeros. Barrena anunció que todo el grupo de EH abandonaba la sesión en protesta por la ausencia del etarra, calificada de "decisión política".

Rechazo y repugnancia

Por el contrario, el paso de Barrios por la cámara fue contundentemente criticado por los portavoces de todos los grupos. "Han intentado una vez más utilizar las instituciones soberanas de Navarra para sus macabros fines pero no lo han conseguido", indicó Miguel Sanz, presidente en funciones del Gobierno de Navarra por UPN-PP. "Ha quedado demostrado el rechazo y la repugnancia que nos causa su presencia". El portavoz del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, dijo que "ese sujeto debería estar en la cárcel y no paseándose por aquí y mofándose de todos los navarros". Lizarbe añadió que si EH quisiera trabajar por la paz "tendría que ir eligiendo mejor a las personas que pone en las instituciones" porque la presencia de terroristas como Barrios "perturba la pureza del sistema democrático".

Juan Cruz Alli (CDN) y Félix Taberna (IU-EB) expresaron también su malestar por haber tenido que compartir escaño, siquiera unos minutos, con José Luis Barrios. Begoña Errasti, portavoz de la coalición EA-PNV, consideró "muy poco afortunado" iniciar así la legislatura.

Por otro lado, el preso etarra Kepa Etxeberría protagonizó un incidente durante la constitución de las Juntas Generales de Guipúzcoa. Etxeberrìa, que actuó como secretario de la mesa de edad al ser el miembro más joven, afirmó que "la sed de libertad de todo un pueblo continua secuestrada porque Euskal Herria sigue estando sometida a dos estados". Su intervención fue interrumpida por el portavoz socialista, Guillermo Echenique, que pidió al presidente de la Mesa de edad, Iñaki Alkiza, que le mandara callar por respeto a los familiares de las víctimas de ETA. El presidente dejò a Etxeberria terminar su discurso.

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