_
_
_
_
_

La Junta investiga si fue provocado el incendio que mató a cuatro bomberos

La Junta de Andalucía mantiene abierta una investigación para determinar las causas que originaron el incendio que mató a cuatro bomberos especialistas y arrasó desde el pasado miércoles unas 300 hectáreas de pino, alcornoque y matorral en la finca conocida como Madroñero, situada en el término municipal de Alájar, en plena sierra de Huelva. El fuego, según la administración regional, podría haber sido provocado u originado por una negligencia.

Más información
Libertad para el detenido por el fuego de Zamora

El fuego "se inició en una zona en la que no había excesiva maleza, limpia de vegetación y matorrales", manifestó José Luis Blanco, consejero de Medio Ambiente, que no quiso aportar más detalles sobre el origen de las llamas, aludiendo al informe que se está elaborando respecto al caso. Más de un centenar de efectivos del Infoca, organismo andaluz para la extinción de incendios, y del Cuerpo de Bomberos, ayudados por abundantes medios aéreos y terrestres, trabajaron intensamente hasta mediodía de ayer para controlar el incendio, que se ha desarrollado en el interior de un perímetro circular, en una zona de quebrada, que llegó a presentar numerosos focos secundarios y tres frentes activos, según informó el Infoca. A última hora, el fuego se encontraba prácticamente extinguido.

La escasa velocidad del viento impidió el avance de las llamas, que amenazaron seriamente la aldea de Calabacines y el municipio de Castaño de Robledo, cuyos vecinos, en total 320, tuvieron que ser evacuados de sus viviendas, a las que regresaron a última hora de la tarde de ayer. Por otro lado, las altas temperaturas dificultaron en todo momento las tareas de extinción.

El fuerte calor y las constantes variaciones del viento pudieron influir también en la muerte de los cuatro miembros de un retén de especialistas del Infoca, de Valverde del Camino, que perdieron la vida, abrasados por las llamas, el miércoles mientras trataban de sofocar el incendio, según aseguró Juan María Cornejo, director general del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente y responsable del Plan Infoca.

Juan Antonio Vando Moya, de 63 años, capataz; y los especialistas en extinción de incendios Juan Carlos López Sánchez, de 30 años; Zoilo Llanes Rivera, de 32, y Juan Antonio Suárez Corralejo, de 34, todos ellos naturales y vecinos de Valverde, murieron tras haberse cobijado en una caseta semiderruida, situada en el interior del perímetro del incendio. En el tanatorio de Aracena se realizó la autopsia de los cuerpos de los cuatro fallecidos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Esfuerzos vanos

Los hombres, que perdieron durante dos horas el contacto por radio con sus compañeros, intentaron hacer un agujero en el suelo para evitar el contacto con las llamas, pero sus esfuerzos fueron vanos. "Cuando alguien se encuentra en una situación de alto riesgo, sus acciones son imprevisibles", aseguró Cornejo, que calificó de "lógica reacción humana" el hecho de que los fallecidos, aún siendo especialistas, se refugiaran en una casa en ruinas.

El consejero de Medio Ambiente aseguró que los bomberos fallecidos "formaban parte de un personal muy cualificado, con muchos años de experiencia y con un profundo conocimiento del medio forestal, por lo que lo ocurrido sólo se explica a partir de un acontecimiento extraordinario".

"Según los técnicos", dijo, "se produjo en la zona una explosión como consecuencia de un cambio en la dirección del viento, que cogió por sorpresa a los trabajadores".

Ambos responsables de la Administración andaluza aseguraron que las causas exactas de lo que les ocurrió a las víctimas "quedarán explicadas cuando concluya la investigación".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_