La Vega Baja pide al Tajo-Segura otro trasvase para superar el verano

La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura estudiará hoy la autorización de un nuevo desembalse de agua desde los embalses de Guadalajara para afrontar el abastecimiento de la Vega Baja durante el verano. Al parecer, la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, beneficiaria por ley de estos desembalses, ha solicitado una aportación de 30 hectómetros cúbicos, necesarios para paliar la sequía. Según la Confederación Hidrográfica del Segura, la situación es "muy preocupante".

La Comisión Central del Acueducto se reúne hoy en Madrid en la sede del Ministerio del Medio Ambiente bajo la presidencia del director general de Obras Hidráulicas y Calidad de las Aguas, Carlos Escartín, para estudiar más envíos de agua desde la cabecera alta del Tajo, en los embalses alcarreños de Entrepeñas y Buendía, hasta la cuenca del Segura, donde la situación de estrés hídrico ha sido calificada como "muy preocupante" por la Confederación del Segura (CHS). Entre estos envíos, se estudiará la última petición de agua de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que agrupa a gran parte de los municipios de las comarcas alicantinas del Bajo Segura, del Bajo Vinalopó y de L"Alacantí, así como gran parte de la provincia de Murcia. Esta petición, al parecer de 30 hectómetros cúbicos, forma parte de los envíos ordinarios que, como máximo, marca desde 1980 la ley del régimen económico de la explotación del acueducto. Unos envíos ordinarios que han de cumplir unos extrictos requisitos: sólo pueden ejecutarse para uso de la Mancomunidad, para abastecimiento y siempre que las reservas de la cabecera del Tajo superen ciertos límites. Y aunque la situación del Tajo no es muy boyante, Buendía, con 591 hectómetros (al 36% de su capacidad), y de Entrepeñas, con 499 (al 59%), pueden afrontar sin problemas el trasvase. "Muy preocupante" Sin embargo, la situación en el Segura es "muy preocupante", según reconoció ayer el comisario de Aguas de la confederación, Luis Pérez Seiquer. Los embalses del sistema se encuentran, según el ministerio al 23,15% de su capacidad, con 251 hectómetros cúbicos de agua. Sin embargo, gran parte de ese volumen no corresponde a las aportaciones de la propia cuenca sino que se deben a los aportes del acueducto. Así, la cuenca se encuentra en realidad al 14% de su capacidad, con 144,72 hectómetros. "Una situación que nos obliga a tener mucho cuidado", según Pérez Seiquer, "nos las vamos a ver y a desear para terminar el año hidrológico", el 30 de septiembre. Aparte del mantenimiento de los cauces ecológicos, con medio hectómetro cúbico diario, la CHS intenta no gastar ni un metro cúbico de más. Así, en todo el verano sólo están previstos dos desembalses para riegos, uno el próximo 15 de julio, con una previsión de 60 hectómetros cúbicos -"esperamos ajustarlo a 50", explicó el comisario de aguas-, y otro a finales de agosto o principios de septiembre, que difícilmente podrá llegar a esa cantidad. Con estos riegos "se queman las naves" y en la reserva sólo quedará "el embalse muerto", es decir, el agua que no se puede desembalsar al estar por debajo de la cota de las compuertas más bajas. Esta situación, de "austeridad absoluta", permitiría llegar a duras penas al próximo año hidrológico, pero un otoño seco pondría las cosas muy difíciles a Murcia y al sur de Alicante. Pérez Seiquer incluso compara la situación con la gran sequía de 1995, cuando se recurrió a desembalses extraordinarios del Tajo-Segura. Entonces, la cuenca donante estaba también bajo mínimos. En este sentido, la asociación Jóvenes Agricultores (Asaja) estudia, según informó Efe, la posibilidad de solicitar a la comisión del acueducto la convocatoria de una reunión en agosto para abordar "un desembalse extraordinario de agua hacia las zonas de riegos tradicionales de la Vega Baja".