Las mujeres maltratadas son las principales beneficiarias del servicio de ayuda a víctimas
El informe de los primeros cuatro meses de funcionamiento del Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA) en Málaga arroja datos muy claros: sus principales beneficiarias son mujeres de bajo nivel adquisitivo que sufren agresiones recurrentes en el seno de la familia. Así lo explicó ayer Carmen Hermosín, consejera de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía. Este servicio da ayuda gratuita a las personas que han sido objeto de algún delito. Un equipo de juristas, psicólogos y trabajadores sociales les ofrece asesoramiento jurídico, atención social y asistencia psicológica. Desde marzo, 128 víctimas de diversos delitos y faltas han pasado por la oficina malagueña del SAVA, en el Palacio de Justicia Miramar. Allí dejaron constancia de haber sufrido violencia doméstica, amenazas, delitos contra la libertad sexual (que afectaron sobre todo a menores) y contra las relaciones familiares (sobre todo, impago de pensiones). El 77% de las personas que recurrieron a la oficina de Málaga fueron mujeres, lo que se explica no sólo porque estén más expuestas a la violencia, sino porque en caso de problemas familiares o vecinales se hacen cargo de buscar ayuda. En un 37% de los casos, los agresores mantenían relaciones de pareja con las víctimas, y en un 24% les unían otros vínculos familiares. El 63% de las quejas se referían a delitos reiterados, que venían dándose desde tiempo atrás. Carmen Hermosín concluyó que el servicio es "absolutamente necesario" y que beneficia sobre todo a la población con menos recursos, "la que más lo necesita". Reiteró el compromiso de su Consejería con este proyecto, que también funciona en Sevilla con resultados similares.
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