La UE exige "honestidad y discreción" a sus representantes
La Comisión Europea estudiará hoy la fuga de Martin Bangemann y sus consecuencias. Entre ellas puede figurar la decisión de denunciarle ante el Tribunal de Luxemburgo si concluye que el comisario alemán incumple el artículo del Tratado de Amsterdam que le obliga a mantener "honestidad y discreción" durante y después de ejercer el cargo. Muy probablemente, la Comisión acordará hoy apartarlo de cualquier responsabilidad. Su cartera, Industria y Telecomunicaciones, será asumida por el italiano Mario Monti en los asuntos de mercado interior y por el francés Yves-Thibault de Silguy en los restantes. El cese del político liberal sólo puede ser adoptado mediante decisión unánime del Consejo de Ministros de la UE. El párrafo tercero del apartado 2 del artículo 213 del Tratado de Amsterdam (artículo 157 de Maastricht) dice: "En el momento de asumir sus funciones, se comprometerán solemnemente a respetar, mientras dure su mandato y aun después de finalizar éste, las obligaciones derivadas de su cargo y, en especial, los deberes de honestidad y discreción, en cuanto a la aceptación, una vez terminado su mandato, de determinadas funciones o beneficios". "En caso de incumplimiento de obligaciones, el Tribunal de Justicia, a instancia del Consejo o de la Comisión, podrá, según los casos, declarar su cese en las condiciones previstas en el artículo 160 o la privación del derecho del interesado a la pensión o de cualquier otro beneficio sustitutivo".
Derecho a pensión
En el caso de Bangemann, el Tribunal le podría privar de su derecho a cobrar una pensión que, dado su alto sueldo base (el equivalente a 24 millones de pesetas anuales, prácticamente libres de impuestos), el largo tiempo como comisario y su edad (cumplirá 65 años en noviembre), será elevada. De lo que el Tribunal no le podrá privar es del derecho al cobro del 40% al 65% de su sueldo base en próximos años. A Bangemann le corresponde el 60%, pero este sueldo no es acumulable con otros ingresos que se reciban a partir del cese. La UE sólo paga la diferencia entre los ingresos reales y el tope a percibir, pero es seguro que el comisario alemán cobrará en Telefónica mucho más del 60% de su sueldo base actual, por lo que no tendría derecho a percibirla. Con ese sueldo y el artículo 213, la UE intenta evitar que los comisarios acepten ofertas como la que Bangemann ha aceptado. Equivale a las moratorias que en los Estados miembros se imponen a ex ministros, que deben dejar pasar unos dos años antes de trabajar en empresas de sectores que han estado bajo su cargo.
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