España tiró la toalla
La debilidad del juego de la selección volvió a quedar en evidencia, esta vez ante Yugoslavia
Cuando Lolo Sainz maldice queriendo esconder el gesto, mira al suelo y le da la espalda a lo que está sucediendo en la pista, es porque, como sucede en el boxeo, no posee la facultad de lanzar la toalla al aire para admitir la rendición y poner punto final al castigo. Mucho antes de que concluyera el de ayer, a diez minutos para el final, el seleccionador español habría pedido clemencia. Él y todo su equipo. Yugoslavia, sin apretar al máximo, limitándose como siempre a cuidar los detalles, a trabajar y a extraer una lección de cada jugada, ya había ventilado los puntos en juego: 44-62. Ganar a los yugoslavos es una empresa de envergadura; no imposible. Los eslovenos, el sábado, habían estado a punto lograrlo. Pero la selección española no anda ni para mantener la estampa. Es un equipo carente de frescura, de recursos y de imaginación. Una sombra del que disputó el Mundial el año pasado. Yugoslavia, que empezó barriendo en el interior de la zona española y marcando distancias (11-23), se encontró con un par de cuestiones inesperadas: España defendió tres cuartas partes del encuentro en una zona 2-3; y Dueñas, después de un inicio calamitoso, se puso a la altura de las circunstancias y por momentos le pasó la mano por la cara a Divac, pívot de la NBA. Sólo Sabonis, que actúa con Lituania en el grupo de Le Mans, parece en condiciones de tratar de tú a tú al jugador del Sacramento Kings. Ayer, Dueñas lo hizo por momentos. Y Reyes, cuando fue su turno, se fajó como nunca entre las torres yugoslavas. El coloso y admirable pívot español, de sólo dos metros, anotó 18 puntos y capturó nueve rebotes. Vistas así las cosas, parecería que España pudo tener su oportunidad o, cuanto menos, aguantar el tipo ante los yugoslavos. Pero la dinámica del juego español es tan previsible para los rivales como desconcertante para sus propios jugadores. Cuando es el turno de Dueñas se le hincha de balones; cuando es el de Reyes, no parece jugar otro que él; cuando el asunto va con De la Fuente, nadie tira más. Y así sucedió por ejemplo en el arranque de la segunda mitad de ayer. Suficientemente controlado Herreros por la defensa yugoslava, De la Fuente fue quien tiraba, penetraba y tiraba de nuevo a pesar de que no hiciera más que fallar. Y Divac, mientras que Dueñas estaba en el banquillo, aprovechaba para marcar diferencias: 37-47.
ESPAÑA 63
YUGOSLAVIA 77España: Nacho Rodríguez (0), Carlos Jiménez (2), Herreros (14), De Miguel (4), Dueñas (6); Reyes (18), Corrales (2), De la Fuente (3), Romero (3), Angulo (2), Esteller (3) y Rodilla (6). 21 canastas de 53 lanzamientos. 5 de 17 triples. 16 de 25 tiros libres. 29 rebotes, 12 en ataque. 12 faltas personales. Yugoslavia: Bodiroga (9), Danilovic (16), Loncar (5), Gurovic (10), Divac (15); Obradovic (7), Tomasevic (6), Tarlac (0), Scepanovic (6) y Topic (3). 32 canastas de 58 lanzamientos. 7 de 15 triples. 6 de 6 tiros libres. 33 rebotes, 9 en ataque. 26 faltas personales. Árbitros: Brazauskas (Lituania) y Ankarali (Turquía). Pabellón de los Deportes de Pau. Unos 7.000 espectadores. Quinta jornada del Campeonato de Europa, que se celebra en distintas ciudades francesas.
No encontró España forma de entrar en el partido y, a pesar de que su defensa en zona acabó haciéndoles perder siete balones a los yugoslavos, de que dominó en el rebote (18-12 con nueve capturas en ataque) y de que llegó al descanso con una desventaja que invitaba al optimismo, 38-35, cuando cayó lo hizo en barrena.
El equipo español se tuvo que conformar otra vez con 63 puntos. Derrota, pocas canastas, un estilo nada convincente y discontinuo, mala imagen. Un lastre excesivo.
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