Cinco de cada seis delitos denunciados el año pasado en comisarías quedaron sin resolver

La policía de Madrid ha vuelto ser la última de la clase. En 1998 se denunciaron 166.901 delitos en comisarías del Cuerpo Nacional de Policía de la región, de los que se quedaron sin resolver unos 140.000 (cinco de cada seis casos). Esa cifra implica que la denominada tasa de eficacia policial, principal barómetro de estas fuerzas de seguridad, se situó en un 16,23%, prácticamente la misma de 1997 y nuevamente la más baja de España, según las estadísticas de criminalidad de la Dirección General de Policía. La media de delitos esclarecidos en España es del 24,79%.

La demarcación de la Policía Nacional, aunque comprende 4.350.000 habitantes (apenas una novena parte de la población nacional), registra el 25% de los delitos denunciados en comisarias de España. Esta fuerte incidencia delictiva, muy vinculada al componente urbano de la región, otorga a la capital una alta tasa de criminalidad (86 delitos y faltas por cada mil habitantes), pero inferior a la de Barcelona (87) o Sevilla (90). El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, explicó ayer que "no tiene sentido comparar a Madrid con el resto de ciudades de España porque las magnitudes de la capital son absolutamente diferentes a las del resto". "Madrid es un foco de atracción de la delincuencia por su desarrollo económico y la afluencia de turismo que recibe", añadió.

El jefe superior de Policía de Madrid, Julio Corrochano, que entró al cargo el 13 de julio del año pasado, asegura que "se está subiendo en eficacia". "No hay que comparar la delincuencia en Madrid con la del resto de España, sino con las capitales europeas, donde ocupa el segundo puesto como ciudad más segura, detrás de Lisboa", dijo Corrochano, informa Juan Francés.

La comparación de cifras entre Madrid y Barcelona, con todo, depara una victoria clara a los agentes de la ciudad mediterránea. En la Jefatura Superior de Barcelona, cuya demarcación comprende una población similar a la madrileña, la tasa de eficacia policial se situó en un 29,44 %, es decir, 13 puntos por encima de Madrid. Este ejemplo no es único. Por el contrario, los datos aportados por la Comisaría General de la Policía Judicial muestran que en cada uno de los apartados donde la policía madrileña mejora (excepto en violaciones y robos con intimidación), el resultado alcanzado sigue siendo bastante inferior a la media nacional y barcelonesa. Así, en el apartado más negro de la violencia, los homicidios, se resolvieron un 82% de los casos (118 crímenes), un porcentaje muy inferior al de la media nacional (93%) o barcelonesa (94%).

Bajan los tirones

Aparte de estas oscilaciones, la evolución de la criminalidad en la región registró en 1998 pocas modificaciones respecto a 1997. Disminuyeron los tirones (5%) y la sustracción en vehículos (8%). El descenso más espectacular fue el de los delitos relacionados con la receptación de droga, un 65%. Por contra, se produjeron más robos con intimidación en bancos (de 221 se pasó a 261, un aumento del 18%) y hurtos (7.969 a 8.210, un 3% más). Otro incremento destacable se registró en los robos en cajeros y establecimientos.

Los coches siguen siendo el objetivo prioritarios de los ladrones. De hecho, el robo en vehículos supuso el 23% de todos los deltios denunciados en la región, y la sustracción pura y dura de vehículos, el 19%.

La segunda preferencia de los delincuentes la constituyeron las casas ajenas, afán que se materializa en los robos con fuerza en inmuebles: el año pasado hubo tres por hora (29.700 en total).

Detrás de la capital, la mayor tasa de criminalidad correspondió a Parla (86,52 delitos y faltas por mil habitantes). A continuación figura con 69 infracciones Pozuelo de Alarcón, el municipio con la mayor renta per cápita de la región. Luego se sitúan Torrejón, Alcorcón y Fuenlabrada.

Las ciudades más tranquilas fueron Móstoles (51,3), Getafe (51,2 y Coslada-San Fernando (46).