Amanecer en Turquía

El caso del líder kurdo, Abdulá Ocalan, enfrenta a los dirigentes turcos con una difícil elección. En los próximos días se conocerá el veredicto del tribunal que juzga al cabecilla rebelde. (. . .) La condena a muerte planea sobre el acusado. Pero desde hace varias semanas Ocalan, responsable de una campaña terrorista que ha costado 30.000 muertos, insiste en promover un acuerdo. A cambio de su vida se compromete a intentar persuadir a sus seguidores de que negocien una solución pacífica.

La propuesta merece ser estudiada. (Ocalan afirma que el conflicto está en punto muerto y que los derechos de los kurdos estarían más protegidos en una Turquía democrática. El desea una paz basada en el derecho de su pueblo a utilizar la propia lengua en colegios y medios de comunicación. (...) Los políticos se muestran contrarios a salvar la vida del dirigente separatista ante el odio que despierta en la población turca. Temen, además, el riesgo que podría tener párala unidad nacional aprobar mayores derechos para la minoría kurda. (...) La dura respuesta turca a cualquier tipo de activismo, incluso pacífico, ha conducido a graves abusos de los derechos humanos. (. . .) Este comportamiento ha hecho de Turquía un paria en Europa y ha frustrado sus ambiciones de incorporarse a la UE. En respuesta ala violencia de Ocalan, el Ejército ha devastado zonas enteras de población kurda, provocando oleadas de refugiados hacia Estambul y Ankara. La oferta de Ocalan es una oportunidad. Turquía debería perdonarle la vida y ver si su propuesta funciona.

25 de junio