Nueve casos al día

Cada día del año pasado, nueve madrileñas denunciaron a sus maridos o compañeros por maltrato. Eso supone un total de 3.406 denuncias presentadas ante el Cuerpo Nacional de Policía o en la Guardia Civil. En 1997 fueron 2.951. De enero a marzo de este año, la policía ha recibido 696 denuncias de mujeres por malos tratos físicos y psíquicos de su pareja, un 13% menos que en el primer trimestre del año anterior. En lo que va de año, dos mujeres han perdido la vida en Madrid a causa de la violencia conyugal: Encarnación Martín, de 33 años, que murió el 2 de junio apuñalada en Móstoles por su marido, y Rosa Pereira, degollada por su compañero sentimental el 8 de mayo en Moratalaz.

Mujeres y niños son las principales víctimas de la violencia doméstica, ya que sólo en un 10% de los casos el maltratado es el marido o compañero, según el estudio elaborado por la Asociación de Mujeres Juristas Themis a partir de 2.430 procedimientos judiciales sobre agresiones conyugales.

En 1998, la Policía Nacional recibió 419 denuncias por malos tratos a niños. De enero a abril de este año son 116 los casos que le han llegado. La mayor parte de estas agresiones se produce en el ámbito doméstico.

El Foro de Madrid Contra la Violencia a las Mujeres, formado por una veintena de asociaciones, sindicatos y partidos, reclama campañas de sensibilización dirigidas a la sociedad para romper con la idea de que la violencia doméstica es una parcela de la esfera privada en la que no hay que entrometerse. También el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, destaca la importancia de la sensibilización colectiva en la lucha contra el maltrato familiar.

La fiscalía abrió el año pasado 398 diligencias previas por malos tratos familiares, un 67,9% más que en 1997. Fernández Bermejo atribuye el incremento a las campañas sociales destinadas a denunciar este tipo de conductas.

Sin embargo, la asociación de Mujeres Juristas Themis y el Consejo de la Mujer de Madrid consideran que entre jueces, policías y fiscales sigue vigente la idea de que la agresión a la pareja es un asunto de la esfera privada y no un problema social con graves repercusiones. También denuncian que los jueces tiendan a calificar estos hechos como faltas y no como delitos, lo que reduce las penas, y que el 82% de los casos sean absueltos o sobreseídos, y sólo un 18%, condenados.