El matrimonio británico que huyó con sus hijas de acogida podrá conservarlas

Jeff y Jennifer Bramley, el matrimonio británico de 35 años que huyó en septiembre pasado de su domicilio en Cambridge con las dos niñas que acogían por encargo de los servicios sociales, podrá conservarlas. El Tribunal Supremo les ha permitido quedarse con las hermanas Jade y Hannah Bennett, de 5 y 4 años respectivamente, hasta el año 2001. El proceso de adopción de las pequeñas está previsto para entonces y la pareja espera ganarlo y convertirse en sus padres legales. En una decisión de tintes salomónicos, la juez Hogg de la sección de Familia del Supremo admitió que los Bramley cuidaban "apropiadamente de las niñas y estas les querían". Los asistentes sociales, por su parte, habían obrado pensando sólo en su bienestar cuando decidieron que no estaban capacitados para adoptarlas. "Lo mejor es que las hermanas sigan como hasta ahora. Teniendo en cuenta lo ocurrido, sin embargo, la adopción debe ser revisada más adelante". La tutela de las menores será compartida por las autoridades locales y los Bramley, que no pueden tener hijos propios.

La pareja trabaja en el servicio postal y responde al retrato del británico medio. En una fuga sin precedentes, las sacaron del país rumbo a la costa de Irlanda un día antes de devolverlas para que fueran recogidas por otro matrimonio. Durante 17 semanas permanecieron en un enclave turístico y residieron en una caravana. Jade y Hannah creyeron que estaban de vacaciones. La policía, que reconoce ahora que la falta de apoyo del público dificultó la búsqueda, no pudo dar con ellos. Para cuando el cuarteto regresó, los servicios sociales de Cambridge eran blanco de las críticas nacionales por no permitir que los Bramley apelaran su decisión.