Balza reclama al Gobierno central que la Ertzaintza pueda efectuar persecuciones "en caliente"
El consejero de Interior, Javier Balza, reclamó ayer al Gobierno central que incluya a la Ertzaintza entre los cuerpos policiales autorizados a entrar en territorio francés durante las llamadas persecuciones en caliente de delitos flagrantes. El acuerdo entre España y Francia para desarrollar el Tratado de Schengen conceden esa posibilidad sólo a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera, tal y como ha recordado un juez del país vecino en la causa abierta tras la detención por cinco ertzainas de dos ciudadanos franceses en Hendaya (ver EL PAÍS de ayer). Balza señaló que antes de este auto la Ertzaintza ya no realizaba entradas en Francia.
La Ertzaintza efectuó una entrada en el país vecino en 1996 para alcanzar a los causantes de un accidente que ocasionó daños a un agente en un control. Un auto de un juez de Bayona ha negado validez a aquella actuación, que Balza atribuye a una errónea interpretación. El consejero aclaró que la Ertzaintza no realizaba ya, con anterioridad a este auto, ese tipo de actuaciones, pero reclamó su derecho a hacerlo, en virtud del carácter de "policía integral" consagrado en el artículo 17 del Estatuto de Gernika. Balza subrayó que el Tratado de Schengen "dice que es cada Estado el que debe decidir" qué policías están autorizadas para desarrollar este acuerdo y por eso reclamó una "solución policial urgente" para el asunto, basándose en que es la Policía vasca la que tiene a su cargo en Euskadi el combate de los delitos para los que Schengen prevé ese tipo de actuaciones en otro país. El consejero calificó de "inconcebible" que en una persecución la Ertzaintza tenga que detener el coche en la frontera. "Pensemos que en lugar de un acccidente, se trata de un comando" de ETA, ejemplificó. Polémica por un avión El consejero de Interior acudió al Parlamento para responder en comisión a una pregunta del diputado popular Carlos Urquijo sobre unos incidentes ocurridos en Gernika el pasado 14 de mayo, cuando un grupo de personas arrojó huevos y otros objetos contra una comitiva en la que figuraba el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, tras un acto del PP. Balza reconoció que las personas que se concentraron en la Plaza de los Fueros de dicha localidad no tenían autorización y por eso se identificó a diez de ellas y se pusieron los hechos en conocimiento del juzgado. El consejero agregó que la Delegación del Gobierno facilitó información "escasa" sobre los horarios y recorridos del ministro y descargó sobre los servicios de seguridad del Ejecutivo central la responsabilidad de no haber atendido las sugerencias de cambios en el itinerario y vías de entrada y salida recomendados por su departamento y que fueron inicialmente aceptadas. Balza afirmó que esa actuación fue "inadmisible" porque "la seguridad no es negociable" y correspondía a la Ertzaintza establecerla. El consejero compartió la crítica política a la actuación del grupo de radicales, pero se negó a admitir cualquier descalificación sobre el comportamiento y dispositivo de la Ertzaintza. En él tomaron parte la unidad de desactivación, dos furgonetas de la Brigada Móvil y seis patrullas de seguridad ciudadana, especificó. El consejero aseguró que Mayor usó para ese desplazamiento a un acto de partido un avión de las Fuerzas Aéreas, lo que fue desmentido después por la Delegación del Gobierno. Tras un cruce de comunicados entre ambos departamentos, la delegación concretó que Mayor viajó a Bilbao en un vuelo regular de Iberia y que, después del acto del PP, partió de Sondika rumbo a Valencia en un avión militar, ya que al día siguiente presidía allí, a primera hora, un acto oficial del Cuerpo Nacional de Policía. Balza reveló además algunos aspectos relativos a los cambios en la estructura de su departamento. Avanzó que del nuevo organigrama desaparecerá la Dirección de Recursos Operativos y el paso de las unidades de élite que dependen de ella a la dirección de Seguridad Ciudadana. Se creará una Dirección de Recursos Humanos, dotada de un área legal, otra de planificación y una tercera de personal. De ella dependerán los asuntos de negociación colectiva y gestión de personal. La Unidad Técnica Auxiliar de Policía (UTAP) quedará descargada de parte de sus funciones actuales y se ocupará únicamente de los recursos materiales. Balza no pudo precisar si el nuevo organigrama estará listo antes del verano.
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