"El Príncipe se casará cuando quiera"

Dado que la onomástica de don Juan Carlos se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una celebración más familiar, el Rey quiso dar al día de ayer un punto de misterio cuando, tras departir en los jardines del palacio de la Zarzuela con sus invitados, se acercó a los periodistas allí convocados y les comunicó que quería "hacer un anuncio". "El Príncipe se casará cuando quiera", aseguró mientras sonreía, según informa Efe. Con este guiño zanjaba todas las especulaciones que últimamente circulan sobre el presente sentimental del heredero de la Corona. Antes de la recepción oficial con motivo de la festividad de San Juan, el Rey asistió a una misa en la capilla del palacio, oficiada por el arzobispo castrense, José Manuel Estepa, junto a todos los miembros de la familia real, incluido el pequeño Felipe Juan Froilán, que ayer también estaba de celebración. El Príncipe se encargó de realizar las lecturas. Posteriormente, los reyes recibían en la sala de Audiencias a sus invitados, las máximas autoridades del Estado, entre ellas el presidente del Gobierno, José María Aznar, y todos los miembros del Ejecutivo excepto Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente; el presidente del Congreso, Federico Trillo, y la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, y los presidentes del Tribunal Constitucional, Pedro Cruz Villalón, y del Tribunal Supremo, Javier Delgado Barrio.

Por parte de las Fuerzas Armadas asistieron los jefes del Estado Mayor de la Defensa, Santiago Valderas; del Ejército, Alfonso Pardo de Santayana; del Aire, Juan Antonio Lombo, y de la Armada, Antonio Moreno. El nuncio apostólico, Lajos Kada; el secretario de la Conferencia Episcopal, Juan José Asenjo, y el arzobispo castrense representaron a la Iglesia católica en la recepción.

Asimismo, estuvieron presentes el alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Aunque también estaban invitados todos los presidentes de Gobierno de la democracia, tan sólo asistió Leopoldo Calvo Sotelo junto a su esposa, Pilar Ibáñez Martín; Felipe González participa en Argentina en un encuentro de la Internacional Socialista y Adolfo Suárez se excusó "a útima hora por motivos familiares", según fuentes de la Zarzuela. Tras el saludo en el interior del palacio, se sirvió a los invitados una copa en el jardín. Las celebraciones concluyeron con un almuerzo familiar que contó con la presencia, junto a Felipe de Borbón, los duques de Lugo y de Palma de Mallorca, de las hermanas del Rey, las infantas Pilar y Margarita, y de su madre, María de las Mercedes.