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El Ayuntamiento acusa de cohecho a 4 funcionarios por el "caso Paraíso"

Jan Martínez Ahrens

El Ayuntamiento de Madrid ha acusado de cohecho (soborno) a sus cuatro funcionarios implicados en el caso de la sauna gay Paraíso, situada en la calle del Norte (Centro). En su escrito de calificación, presentado ante el Juzgado de Instrucción número 37 de Madrid, los letrados municipales consideran que los empleados públicos llegaron supuestamente a cobrar dinero de particulares (en este caso, dos saunas y una empresa alemana de control de calidad) a cambio de evitar, retrasar o acelerar los trámites legales relacionados con sus licencias municipales.

Por ello pide condenas que, excepto en un caso, no superan los cuatro meses de arresto y otros tantos de inhabilitación.

Los acusados son el jefe del negociado de Industria de la Junta Municipal de Centro, Juan Bautista Beltrá; su homólogo de Moncloa-Aravaca, Antonio Ramírez; así como para dos funcionarios de la todopoderosa Gerencia Municipal de Urbanismo: Carmelo García, del departamento de Iniciativa Privada (ocho meses por dos delitos de cohecho), y Jerónimo Martínez, de Conservación de Edificaciones.

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Las defensas de los acusados no han presentado sus respectivos escritos, aunque fuentes cercanas al caso han señalado que seguramente pedirán la absolución para los implicados en la causa.

Junto a los funcionarios, el Ayuntamiento también ha acusado de cohecho a un ex funcionario interino -Roberto Martínez Guindal- y a los gerentes de dos locales que presuntamente solicitaron la intervención de la red: Francisco Herrero Cogorro, dueño de las saunas Paraíso y Príncipe, y el director de la firma TUV, Reinhart Kraege. En su escrito de acusación, el Ayuntamiento divide los supuestos manejos de los imputados en tres apartados, relacionados cada uno con un local. El primero se refiere a la sauna Paraíso.

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El Ayuntamiento de Madrid sostiene que en febrero de 1994 el jefe de sección de Industria de la Junta Municipal de Centro elevó una propuesta de cese de actividad para este local. La medida se materializó en un decreto dictado el 7 de julio de 1994.

En el mes de septiembre, el dueño de la sauna presentó un escrito en el que pedía que se tramitase la licencia de apertura del local. Apelaba entonces en ese documento a las numerosas mejoras y cambios introducidos para entonces en el establecimiento.

El Ayuntamiento da por ciertos tres casos de soborno a los funcionarios municipales

No transcurrió mucho hasta que Herrero Cogorro estableció contacto con el funcionario municipal Carmelo García, a quien informó de sus "problemas" con la sauna. El empleado público, destinado en la Gerencia Municipal de Urbanismo, se ofreció entonces a resolverle sus dificultades, siempre según el escrito de acusación, a cambio de recibir 500.000 pesetas en efectivo y otras tantas cada tres meses. El dinero debía ser entregado a un colega de Carmelo, el también funcionario de Gerencia Municipal de Urbanismo Jerónimo Martínez. El dueño de la sauna facilitó algunos documentos a Martínez Fuentes, pero finalmente no efectuó ningún pago. Y el 15 de marzo de 1995 se llevó a cabo el precinto de dicha sauna como resultado de un decreto firmado por la concejal de Centro María Antonia Suárez.

El segundo caso que describe el escrito de acusación del Ayuntamiento de Madrid se remonta al 4 de noviembre de 1994 y arranca con una orden del edil de Centro que ordenaba el cese de la actividad de la sauna Príncipe, ubicada en la calle del Príncipe, 15, en Madrid. Esta vez, Herrero Cogorro, según la acusación municipal, se puso en contacto con Roberto Martínez, un delineante que había trabajado como funcionario interino en la Junta Municipal de la Villa de Vallecas hasta junio de 1993. Allí había coincidido con el jefe del negociado de Industria de Centro, Juan Bautista Beltrá.

El Ayuntamiento sostiene que el delineante se ofreció al dueño de la sauna para conseguirle, por 1,5 millones de pesetas, la licencia de actividad; realizar el proyecto de obra y su tramitación y licencia, así como a paralizar el citado precinto. "A ello accedió Francisco Herrero Cogorro, quien previamente había entregado a Roberto Martínez 110.000 pesetas por personarse en la Junta Municipal y examinar el expediente", señala el texto de los abogados municipales.

Poco después, el delineante presentó a Herrero Cogorro al jefe de negociado de Industrias de Centro. Este funcionario, siempre según la acusación, le indicó que "podría paralizar el precinto". Acto seguido, la clausura de la sauna Príncipe, que se iba a practicar el 3 de mayo de 1995, no se llevó a cabo.

Posteriormente, el dueño de la sauna "rompió el acuerdo" cuando el delineante aumentó supuestamente a tres millones de pesetas la suma solicitada para presentar el expediente en el Ayuntamiento con el fin de obtener la licencia de actividad.

Roto el trato, Herrero Cogorro recibió notificación de que su local iba a ser precintado el 20 de octubre de 1995. El dueño de la sauna pidió entonces que el funcionario Beltrá paralizase la clausura. El jefe de negociado le indicó que necesitaba 150.000 pesetas para preparar el recurso. Pero el remedio no surtió efecto. El local fue precintado en la fecha prevista.

Cerrado el establecimiento, Herrero Cogorro acordó con el jefe de negociado de Centro que hiciese las gestiones necesarias para conseguir la licencia de apertura y actividad de las saunas Príncipe como Paraíso. Ambos casos confluían. A cambio del servicio, siempre según la acusación, percibió 100.000 pesetas mensuales de octubre de 1995 a mayo de 1996. Parte de este dinero se destinó al pago del alquiler de la vivienda de Beltrá.

El tercer caso detallado por la acusación corresponde a la empresa de control de calidad TUV. Su director "tenía dificultades para la obtención de la licencia de actividad e instalaciones" de unas oficinas. Por ello entregó un cheque de 5.050.000 pesetas "como pago a Carmelo García por su mediación encaminada a la obtención de la licencia". El cheque, no obstante, iba a nombre de un ingeniero industrial - Francisco Garrido, imputado por cohecho- que había firmado un proyecto nunca ejecutado de mejora de las oficinas. Garrido endosó el cheque a un tercero, que lo cobró y le entregó el dinero a Garrido. Éste se quedó con 400.000 pesetas y entregó el resto, siempre según la acusación, al jefe de Industria de Moncloa-Aravaca "para que lo hiciese llegar a Carmelo García, que estaba de vacaciones".

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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