Getxo abre el maratón de jazz en Euskadi con la actuación de quince grupos europeos

Entre los días 1 y 5 del próximo mes de julio se abre en Getxo el primero de los cuatro grandes festivales de jazz que se celebran durante el verano en Euskadi y en el País Vasco francés. En semanas sucesivas la improvisación será la protagonista musical en Vitoria, San Sebastián y Bayona, pero antes la vigésimotercera edición del Festival Internacional del municipio vizcaíno inaugurará la temporada con la participación de 67 músicos.

La muestra, dotada con 26,5 millones de presupuesto (159.200 euros), está estructurada en tres secciones diferentes. Una, diaria, patrocinada por el Instituto de la Juventud (plaza del Getxo Antzokia; a las 19.30; entrada gratuita), recoge la actuación de cuatro conjuntos españoles -Colectivo Pi, José Luis Gutiérrez Trio, Jon Urrutia Trio, The Jazz Trempessengers- y uno polaco, Alchemik. Los dos primeros días se celebra el tradicional Concurso de grupos (plaza Biotz Alai; 21.30; 500 pesetas), en el cual intervendrán tres formaciones alemanas -Inner Organ Trio, Tomatic 7, Trio Erdmann/Bachmann/Glusenkamp-, la finlandesa Nuijamiehet, la holandesa Zenker Kappe 4tet y el Alexander Shevtsov"s Trio ruso. Finalmente, los días 3, 4 y 5 (plaza Biotz Alai; 21.30; 1.200 pesetas) están reservados para contemplar la puesta en escena de los principales reclamos del certamen: el cuarteto encabezado por el trompetista italiano Paulo Fresu; el Moscow Art Trio, que compartirá público con el percusionista surafricano Louis Moholo y el sexteto británico Spirits Rejoice. La actuación conjunta del saxofonista norteamericano Phil Woods y del Gordon Beck Trio británico clausurará el festival el lunes, día 5. Vivero europeo Moholo y Woods son las únicas excepciones en un programa plagado de artistas europeos. Así, una vez más, el viejo continente es el vivero del cual se surte el festival. "Es una decisión que se tomó en su día porque era una música que normalmente no se escuchaba en Euskadi. Hay muchos músicos en toda Europa cuyo nivel no desmerece del de los grandes nombres americanos y, por otro lado, son músicos a los que no hay muchas posibilidades de ver o que hacen una música muy diferente. Muchos están influidos por la música tradicional, o no, de sus propias zonas de influencia y ahí hay un campo que dar a conocer. Es una apuesta que la práctica nos ha demostrado que es acertada", afirma Iñaki Saitua, director técnico del festival desde hace cinco años. Circunscribirse al mercado europeo no es óbice, según Saitua, a la hora de configurar un cartel "variado y de mucha calidad". Esto se logra ciñéndose a un criterio de selección en el que prima, precisamente, la búsqueda de calidad y que todos los años cuenta con dos trabas mayores que la limitación geográfica: la presupuestaria y la disposición de fechas por parte de los artistas. La única novedad, además de la exposición Autografías (compuesta por 20 fotografías realizadas por Joan Franco y firmadas por los artistas retratados), es la organización de las Sesiones de medianoche (jam sessions) -abiertas a la participación de todo músico que quiera subir al escenario- de carácter diario, en la sala La Gramola, que solventan una carencia detectada en ediciones anteriores. "Es un hueco que faltaba por llenar en el festival, ya que todos tienen sus jam sessions en un pequeño club donde seguir oyendo música tras los conciertos y donde más se improvisa, al tocar junta una gente que nunca lo ha hecho. Los propios músicos y el público nos lo demandaban". Ya asentado, el objetivo del Festival de Jazz de Getxo es "ofrecer buena música, y, a través de ello, ganar aficionados, conseguir más público para el jazz. Luego, se puede hablar de colaborar a situar Getxo en el mapa. Un objetivo turístico, por decirlo de alguna manera", reconoce con sinceridad Iñaki Saitua.