Las derrotas electorales marcan el duelo verbal entre el jefe del Gobierno y el secretario general socialista
José María Aznar no encajó bien las alusiones de Joaquín Almunia a los resultados electorales del 13 de junio y a la posibilidad de que sean un aviso para un hipotético triunfo del PSOE en las próximas generales. En su primera réplica, Aznar recordó a su interlocutor que es el tercer dirigente del PSOE con el que se mide en los debates del estado de la nación en esta legislatura. Y agudizó su sarcasmo cuando anunció la disposición del Gobierno del PP a recibir en el futuro al cuarto aspirante. Fue en ese contexto, con un tono agrio y bronco, cuando Aznar se permitió interpretar que Almunia había acudido al Congreso en busca de "una oportunidad para el futuro, para ver si consigue ser lo que hasta ahora ha intentado y no ha conseguido ser", en alusión a su derrota en las primarias socialistas frente a José Borrell. Almunia despachó el comentario con displicencia: "Yo he venido a hablar de España y no de mí". Frente a los malos augurios electorales que le vaticinó Almunia, Aznar se remitió a su balance de victorias en todas las contiendas convocadas desde 1994. El presidente del PP no abandonó esa línea argumental para reprochar personalmente a Almunia todas las derrotas cosechadas por el PSOE desde que él es secretario general, hace dos años. "Hablando de declives", le agradeció mucho sus palabras como un especialista en la materia: "No es mala la cosecha para su señoría teniendo en cuenta que no es precisamente un especialista en ganar ni las elecciones internas que él mismo convoca".
El secretario general evitó enfangarse en su dúplica en las invectivas personales que le había dirigido el presidente del Gobierno. Eso sí, le recomendó que no se metiera "en ese jardín" de las menciones sobre su trayectoria porque podría "no salir bien parado", y le advirtió de que pese a haber perdido las primarias socialistas, aún le quedan "muchos años para perder tantas elecciones como usted y el PP desde 1982". Almunia concluyó: "En democracia se pierde o se gana, y si se pierde no hay que poner esas caras que a ustedes se les pone".
Almunia mostró también cierto cansancio ante la reiteración por parte de Aznar de que las recetas del PSOE están fracasadas y desfasadas: "Esas propuestas que usted dice que están atrasadas son las que salen adelante en toda Europa, son las socialdemócratas, encarnadas por quienes gobiernan mayoritariamente, que no son con quienes usted está en su grupo europeo; donde está rodeado de perdedores".
Puesto a dar, en este duelo verbal Aznar se remontó incluso a la época en la que Almunia fue ministro de Trabajo con Felipe González, en 1982, para destacar que inició su gestión con 2.200.000 parados y la acabó con 800.000 más. Pero, cifras contra cifras, Almunia tiró de encuestas para destacar que tres de cada cuatro españoles aseguran que aunque la economía va bien, ellos no lo notan en sus casas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.