_
_
_
_

Aznar limitará hoy su oferta de pacto sobre la paz en Euskadi al acuerdo parlamentario

Luis R. Aizpeolea

José María Aznar limitará hoy su oferta de pacto de Estado sobre el proceso de paz en Euskadi al acuerdo unánime alcanzado el martes pasado en el Congreso por iniciativa del PNV. El jefe del Ejecutivo aprovechará el debate del estado de la nación, en el que se medirá con el socialista Joaquín Almunia, para reforzar el consenso sobre la pacificación del País Vasco. Pero no irá más allá del reciente acuerdo parlamentario por el que el Congreso instaba al Gobierno a "culminar el cumplimiento efectivo, en el tiempo más inmediato posible", de un cambio en su política penitenciaria "acorde con el fin de la violencia". Los socios nacionalistas de Aznar presentarán mociones por separado e intentarán negociarlas posteriormente con el PP.

El presidente del Gobierno acude hoy al tercer y último debate sobre el estado de la nación de esta legislatura con la pretensión de ofrecer un horizonte de reformas estructurales a varios años vista. Con ellas trata de visualizar planes a largo plazo y de transmitir a sus socios nacionalistas y al electorado la confianza en su continuidad en La Moncloa. Entre dichos planes figura la liberalización de nuevos sectores de la economía y la movilización geográfica de los trabajadores de la función pública. Pero el proceso de paz en Euskadi tendrá especial relevancia en este debate, en el que Aznar se enfrentará no sólo a Joaquín Almunia como líder del primer partido de la oposición -la vez anterior se midió con José Borrell-, sino también a sus propios socios nacionalistas. Una de las principales incógnitas de la jornada es precisamente la actitud que mantendrán hacia el Gobierno los portavoces parlamentarios de CiU y PNV, toda vez que, tras los adversos resultados electorales del 13-J y dada la proximidad de los comicios catalanes y generales, unos y otros han anunciado ya que su intención es endurecer sus discursos. A última hora de ayer, una representación del PP se reunía con sendas delegaciones de CiU y Coalición Canaria. Los populares no consiguieron mayor compromiso que el de intentar negociar las mociones que los nacionalistas presentarán por separado. A la reunión no acudió el PNV.

Quienes también han anunciado una intervención dura y en todos los terrenos son los socialistas, que aprovecharán igualmente la resaca política del 13-J para devolver a los populares sus críticas por los pactos que el PSOE ha suscrito en Galicia con el BNG y por su posible alianza con el PNV en determinadas instituciones de Euskadi.

Almunia, que tras la dimisión de Borrell se ha convertido en el encargado de enfrentarse en esta ocasión a Aznar, anunció ayer que lo único que pretende es que "los ciudadanos acaben con un mejor conocimiento de qué está pasando en España", informa Carlos E. Cué. En esta línea, fuentes socialistas precisaron que si Aznar trata de centrar el debate en lograr un pacto de Estado para el proceso de paz en el País Vasco, Almunia lo aceptará, pero no dejará de hacer notar que en este momento esa propuesta es oportunista, puesto que el presidente se ha negado en varias ocasiones a celebrar el debate monográfico sobre Euskadi que los socialistas exigían.

Aun así, el Gobierno ha proclamado como prioridad política la consolidación del proceso de paz, y Aznar le dedicará especial atención en su discurso de hoy. Ya en la comunicación enviada al Congreso el Gobierno anticipaba su intención de incidir en el consenso con los partidos.

Iniciativa del PNV

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Desde La Moncloa aseguraban ayer que el partido del Gobierno no ha previsto presentar nuevas mociones sobre el proceso de paz, ya que el martes de la pasada semana se alcanzó un acuerdo unánime en el Parlamento. Además, dicho acuerdo fue negociado sobre la base de una iniciativa del PNV, el partido que ha anunciado, por boca de su portavoz, Iñaki Anasagasti, una dura crítica hacia el Gobierno en el debate del estado de la nación. Anasagasti reprochará especialmente al Gobierno por la carta que el secretario general del PP, Javier Arenas, dirigió al del PSOE, Joaquín Almunia, para marginar al nacionalismo de los pactos poselectorales en el País Vasco. Un pacto global que los socialistas descartaron de inmediato.

El Ejecutivo, en todo caso, se remitirá al último acuerdo parlamentario para asegurar el consenso con todas las fuerzas políticas. Dicho acuerdo cuenta, en opinión de La Moncloa, con la suficiente ambigüedad como para que el Gobierno no se sienta excesivamente apremiado al vincular el cambio en la orientación de su política penitenciaria al final de la violencia terrorista.

No obstante, la mayoría de los grupos parlamentarios interpretan que tras un año sin asesinatos de ETA -el próximo viernes se cumple el primer aniversario del último asesinato de la banda, el del edil popular de Rentería Manuel Zamarreño- y nueve meses ya de tregua indefinida permiten constatar un cese de la violencia suficiente como para que el Gobierno adopte medidas favorables a los presos de la banda terrorista.

El principal argumento del Gobierno frente a las críticas de inmovilismo que le hacen los nacionalistas (PNV y EA) es que ya ha dado importantes pasos en el proceso de paz, como la iniciativa legal para indemnizar a las víctimas del terrorismo, el traslado de presos etarras que cumplían condena en cárceles de las islas a prisiones de la Península, y la celebración, a mediados de mayo, de un contacto con una delegación de ETA.

Esta primera reunión entre el Gobierno y ETA ha cambiado la perspectiva del Ejecutivo del PP sobre el proceso de paz. No cabe duda de que La Moncloa ha aumentado sus expectativas tras dicho contacto. "Ahora ya no se trata de hacer gestos desde el Gobierno para activar el proceso de paz, sino de constatar la voluntad de ETA de abandonar las armas", señalan fuentes del Ejecutivo.

La delegación del Gobierno acudirá al próximo contacto con la dirección de ETA con la pretensión de negociar exclusivamente sobre el futuro de los presos -traslados y excarcelaciones- de forma paralela a la constatación del cese definitivo de la violencia. Así lo hizo constar la delegación gubernamental a la de ETA en el hasta ahora único encuentro entre ambas partes. Este escenario explicaría la prudencia del Gobierno y sus evasivas ante nuevos compromisos resolutivos en el Parlamento que vayan más allá del acuerdo aprobado el martes pasado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_