Rojas-Marcos da prioridad al Partido Popular para pactar en Sevilla por ser la lista más votada
El Partido Andalucista, determinante para decantar 52 gobiernos municipales en Andalucía, no adoptará una decisión uniforme y global para decidir sus alianzas. En Sevilla, donde han perdido tres concejales, iniciarán sus contactos con el PP, su socio de gobierno durante los últimos ocho años, al tratarse de la fuerza más votada. En caso de falta de entendimiento con Soledad Becerril, alcaldesa en funciones, intentarán lo propio con el PSOE, que aspira a recuperar el gobierno de la capital andaluza. Alejandro Rojas-Marcos aclaró ayer que no exigirá la alcaldía ni dimitirá por su revés electoral.
Alejandro Rojas-Marcos, presidente del Partido Andalucista, abandonó ayer el mutismo de la última semana, pero sus manifestaciones no disiparon ninguna de las incógnitas planteadas tras el 13-J sobre el color de los gobiernos locales de Sevilla y Granada, las dos alcaldías más emblemáticas de todas las que están pendientes de sus alianzas. Despejó, sin embargo, algunas incertidumbres suscitadas tras el retroceso electoral de su organización en Sevilla, agrandado si cabe por los buenos resultados obtenidos por el PA en el resto de Andalucía. Rojas-Marcos, que encabezaba la lista hispalense, aseguró que no dimitirá por haber perdido tres ediles (han pasado de nueve a seis) y que tampoco exigirá la alcaldía a su futuro socio de gobierno. "No se me ha pasado por la cabeza en ningún momento", sentenció. La tercera cuestión aclarada ayer por el dirigente andalucista es casi estrictamente formal. Sus primeros contactos para garantizar la gobernabilidad en Sevilla serán con el Partido Popular, su socio municipal durante los últimos ocho años, al haber sido la fuerza más votada. La lista presidida por Soledad Becerril, que aumentó sus representantes de 10 a 13, ha superado en poco más de 2.000 votos la candidatura del PSOE, que también ha crecido de 10 a 12 concejales. "No hay prisa" "El primer paso será intentar el acuerdo con la lista más votada", dijo Rojas-Marcos, al término de la reunión de la comisión ejecutiva del PA. En caso de que no prospere el entendimiento con su actual socia, los andalucistas iniciarían conversaciones con el PSOE, que aspira a retornar a la alcaldía de Sevilla después de dos mandatos en la oposición. Aunque el orden de contactos está claro, el presidente del PA dejó caer que los pactos pueden inclinarse hacia cualquier lado: "Para nosotros, tiene más importancia el cómo que con quién. Y tampoco los sevillanos han marcado las diferencias entre los dos partidos más votados. No hay prisa". Tanto el secretario general del PSOE-Andalucía, Manuel Chaves, como la presidenta regional del PP, Teófila Martínez, han establecido ya un primer contacto telefónico con el líder andalucista, según dijo éste, que se mostró dispuesto a "hablar" con ambos. La ambigüedad del PA a la hora de mostrar sus preferencias para catapultar a Soledad Becerril o Alfredo Sánchez Monteseirín, candidatos del PP y del PSOE respectivamente, hasta la alcaldía de Sevilla se extiende también a las exigencias que plantearán a cambio de su apoyo. "No tendría mucho sentido que a través de los medios de comunicación mandemos mensajes a los posibles interlocutores diciendo por aquí no vamos a pasar", indicó Rojas-Marcos. "Suena a prepotencia y ahora tiene que haber mucha calma", agregó. A pesar de estas declaraciones, la alcaldesa en funciones de Sevilla, Soledad Becerril, muestra serias dudas sobre la posibilidad de renovar el acuerdo con sus socios. Ayer rehusó comentar las palabras de Rojas-Marcos, pero lanzó un aviso claro: "Las cosas ya no son como en 1995". En aquel año, la diferencia entre PP y PA se reducía a un concejal, mientras que ahora será de siete. El socialista, Alfredo Sánchez Monteseirín, por el contrario, desprende cierto optimismo sobre sus opciones: "Si las cosas siguen el sentido común, veo muchas posibilidades ". Causas del revés electoral Sobre las causas de su revés electoral, Rojas-Marcos reiteró el análisis del 13-J: "Hemos trabajado bien, pero los laureles se los han llevado otros". Sin embargo, consideró "simplista" interpretar que al PA le va bien el acuerdo con los socialistas en el Gobierno andaluz y mal las alianzas con el PP, como la del Ayuntamiento hispalense. "¿Quiere decir que los buenos resultados del PA se le deben al PSOE? No admitimos esa interpretación, sería atribuirle al PSOE el éxito del PA", concluyó. A diferencia de Sevilla, el crecimiento experimentado por los andalucistas en el resto de la comunidad les permitirá decidir el gobierno de 52 municipios. La comisión ejecutiva decidió ayer huir de acuerdos globales para cerrar pactos locales. Tampoco habrá "interdependencia de unos acuerdos respecto a otros", aclaró Rojas-Marcos. En la determinación del partido ha influido la memoria histórica: el PA se sumergió en una prolongada travesía del desierto al canjear, en 1979, las alcaldías de Sevilla y Granada. Los andalucistas, que se aseguraron entonces la alcaldía sevillana, purgaron la cesión del gobierno granadino al PSOE con su desaparición de esa corporación en sucesivos mandatos, que se ha mantenido hasta el 13-J. Aunque la "última palabra" sobre cada acuerdo local será de la dirección andalucista, los representantes municipales dispondrán de autonomía para "actuar como consideren más conveniente". El presidente del PA insistió en que no "vetarán" las conversaciones con ninguna lista, a excepción de las del Grupo Independiente Liberal (GIL), al que excluyen por ser una fuerza "antidemocrática". Y, a la vista de las declaraciones de Rojas-Marcos, tampoco se seguirá necesariamente el criterio de Sevilla, de hablar en primer lugar con la candidatura más votada.
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