La policía desarticula dos bandas que hacían negocio con inmigrantes

La policía ha desarticulado dos bandas dedicadas a hacer negocios a costa de los inmigrantes. El primer grupo se dedicaba a la falsificación de pasaportes y de permisos de residencia y trabajo en España. El segundo, formado por cuatro componentes, traía a España inmigrantes sin documentos. Las investigaciones policiales han revelado que el grupo operaba en la capital y tenía conexiones con Latinoamérica, en especial con distintas ciudades de Ecuador, según informó la Jefatura Superior de Policía.

La brigada de Extranjería siguió la pista a una banda que se dedicaba a introducir de forma ilegal a ciudadanos ecuatorianos en Madrid. El trayecto que seguían los inmigrantes era viajar desde Quito hasta el aeropuerto de Schipol, en Amsterdam (Holanda). Una vez que pisaban el espacio de Schengen (países de la Unión Europea en los que se puede viajar sin pasar aduanas), aprovechaban para trasladarse a España, siempre según la versión policial. Los investigadores descubrieron el jueves en el aeropuerto de Barajas a tres sospechosos que esperaban a sus compatriotas. Les siguieron hasta un piso de la calle de Verónica (Centro), donde detuvieron a los supuestos integrantes de la banda: Franklin Vicente J. M., de 29 años; su esposa Blanca Leonor S. P., de 24; una prima de ésta, Yadyra del Carmen H. S., de 20, y José Rosa O. O., de 36. Los cuatro carecían de antecedentes. Los investigadores también detuvieron en las inmediaciones del domicilio a ocho ecuatorianos que habían llegado ese día a Barajas.

Trabajo en España

La captación de los ecuatorianos la llevaba a cabo José Rosa O. O., según la policia. Les ofrecía trabajar en España. Les prestaba 2.000 dólares (300.000 pesetas) con las que pagaban el vuelo y la estancia en un hotel en Madrid. A cambio, los inmigrantes hipotecaban sus bienes por la mitad de su valor real. La organización les imponía un interés del 10% que aumentaba otro 5% si no devolvían el dinero en una semana. Si transcurría un mes, el grupo se quedaba con los bienes hipotecados. Otras 11 personas, a cuyo mando estaba el afgano Yosuf Kaprhh y su compañera Gloria Montserrat, según la policía, negociaba con pasaportes y permisos de trabajo falsos. Pedían 175.000 pesetas de depósito a los extranjeros que solicitaban documentos. Kaprhh se entrevistaba después con españoles con antecedentes penales, cuya edad coincidía con la del peticionario de los documentos. Éstos se dirigían a la comisaría donde tramitaban el pasaporte a su nombre. Después lo entregaban al jefe de la banda, que les pagaba 10.000 pesetas. También compraban por 20.000 pesetas documentación robada por toda España. La policía descubrió tres pisos en Usera y Ciudad Lineal, en cuyo interior se decomisaron dos ordenadores, dos impresoras de precisión y varios discos compactos con programas de diseño gráfico, entre otros aparatos.