Cabezas
DE PASADAAndaba el alcalde de Granada, Gabriel Díaz Berbel, apurando el cáliz de las postrimerías en el acto de celebración del décimo aniversario de la creación del TSJA, cuando un Ángel del Señor se le acercó al oído y le instó a que leyera la Biblia. No la Biblia completa y de corrido, sino el Libro de Judit, y tampoco de un extremo a otro sino a partir del capítulo ocho donde se narra cómo Judit, que había llegado al campamento asirio fingiendo ser una traidora del pueblo de Israel, aprovechó que el general Holofernes se hallaba embriagado y dormido en su tienda para cortarle la cabeza con una espada. El Ángel le dijo a Berbel: "Esconde tu cabeza a los tuyos". Y es que, según la interpretación que hacen los exégetas consultados por este cronista, el Ángel supo que los colaboradores más cercanos de Berbel, sus amigos -¡ay!-, al comprobar que la "mayoría de progreso" había acordado juntar sus fuerzas y la conquista de la alcaldía era sólo cuestión de tiempo, tramaron una solución final, a la desesperada: decapitar a Díaz Berbel y ofrecer al PA un acuerdo franco, de PP a PA, sin la controvertida cabeza de lista de por medio. El Ángel desapareció entre los trajes oscuros de los magistrados que asistieron a la ceremonia en el Tribunal andaluz que, por cierto, ahora cuenta con un museo compuesto de tres cabezas pintadas al óleo, correspondientes a los tres presidentes que en diez años han pasado por allí, Andrés Márquez, Ignacio Pérez Alférez y Manuel Rodríguez López. Este último fue el que decoró la sala donde se reúne la comisión de gobierno, y donde cada Navidad se ofrece un tentempié a los informadores, con el último garrote vil. Ahora todo es mucho más pedagógico pues hay un garrote vil y tres cabezas. De cabeza anda el responsable de Cultura de la Diputación de Granada, Carlos Martínez, por culpa -lo siento, es inevitable- de dos cabezas. Resulta que una comitiva de la institución se trasladó a Cuba a llevar un busto de Lorca y, meses después, se ha sabido que la cabeza del poeta sigue embalada pues los cubanos no tienen para cemento. Una segunda cabeza, réplica de la primera, fue enviada, con otra comisión, a Hospitalet y resulta que la han robado. Todas estas noticias craneales se han sabido justo al fin del mandato de Martínez, una época decisiva para que sigan o rueden las cabezas. ALEJANDRO V. GARCÍA
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