El PSOE rechaza un pacto global en Euskadi con el PP y propone que gobierne el más votado

Los socialistas están trabajando en una política de alianzas en el País Vasco para conseguir que "la pluralidad" que han manifestado los ciudadanos el 13-J sea respetada. Su opinión es que en Álava y en el Ayuntamiento de Vitoria debe gobernar el PP; en San Sebastián, el PSE, y en Bilbao, el PNV. En los tres casos, la lista más votada. Rechazan así la oferta de los populares de alcanzar "un pacto global" en Euskadi. El PSOE es partidario de alcanzar un acuerdo parlamentario en Navarra con UPN (los populares), pero no a entrar en el Ejecutivo, ya que dejaría el espacio de oposición a los nacionalistas.

El secretario general del PP, Javier Arenas, trasladó ayer formalmente una invitación a su homólogo en el PSOE, Joaquín Almunia, para reflexionar juntos sobre la situación en Euskadi tras las últimas elecciones municipales. Arenas sostiene en la misiva que ese proceso electoral "ha girado en torno a la perspectiva de que el acuerdo de Estella-Lizarra [PNV-EA-EH-IU] pudiera extenderse a todas las instituciones". En el PP concluyen que frente a esa posibilidad, el electorado ha reaccionado reafirmando su posición y también la de los socialistas vascos a favor de la pluralidad. Lo que el PP persigue con esta oferta es debilitar el Pacto de Lizarra, aunque sin aparecer públicamente en otro frente, esta vez constitucionalista. Pero tanto Almunia, secretario general del PSOE, como los otros tres dirigentes políticos del primer partido de la oposición, Ciprià Ciscar, secretario de Organización; Ramón Jáuregui, responsable de Política Autonómica, y Alfonso Perales, secretario de Política Municipal, encargados de "estudiar y preparar los pactos poselectorales, de acuerdo con las propuestas que hagan las distintas federaciones", según el acuerdo de la ejecutiva del pasado lunes, rechazan el planteamiento del PP porque, de seguirlo, se caería en el "frentismo".

Estos dirigentes celebraron su primera reunión en la mañana del miércoles y, de acuerdo con los socialistas vascos, decidieron que en Euskadi debe respetarse "la lista más votada". De esta manera, los populares tendrían el gobierno de la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria; el PSE gobernaría en San Sebastián, y el PNV, en Bilbao. Almunia no oculta que su partido no tendría inconveniente en recomponer el acuerdo que mantuvo durante años con el PNV, pero exige a la formación de Xabier Arzalluz que dé "un paso atrás respecto a su error estratégico", como subrayó ayer en Antena 3 refiriéndose a la incorporación del PNV al Pacto de Lizarra.

Acuerdos en toda España

En Navarra, los socialistas están dispuestos a ayudar a Unión del Pueblo Navarro a que gobierne con cierta seguridad a través de pactos parlamentarios concretos. La dirección federal desaconseja, sin embargo, la entrada de los socialistas en el Ejecutivo autónomo con el argumento de que no se puede dejar todo el espacio de oposición a los nacionalistas. No hay objeciones al pacto casi cerrado que han propiciado los socialistas gallegos con el BNG, y tampoco con Izquierda Unida donde sea necesario. Con la fuerza que dirige Julio Anguita, sin embargo, habrá que hacer una labor de convencimiento en algunas zonas ya que desde hace muchos años la rivalidad y el enfrentamiento político entre grupos municipales socialistas y de IU, en Andalucía y en Extremadura, singularmente, ha alcanzado niveles de agresividad casi personales.

También las negociaciones con el Partido Andalucista (PA) están en marcha, siendo la situación de cada lugar diferente. Los socialistas ven muy factible un acuerdo para la alcaldía de Granada, donde gobernaría el PSOE con apoyo del PA e IU, en tanto que desconfían de la actitud que tomará el andalucista Alejandro Rojas Marcos en Sevilla. La incertidumbre de lo que hará el Par en Aragón también embarga al PSOE, así como, en Baleares, la decisión de Unió Mallorquina. Aun así, tanto en los socialistas de las islas como en la ejecutiva se aprecia un notable optimismo por la mejora registrada en las elecciones del domingo, que de entrada les permite gobernar en los consejos insulares de Menorca e Ibiza.

También los socialistas castellano-leoneses han vuelto a recuperar la sonrisa al tocar casi con las manos los gobiernos municipales de Burgos -en pacto con Tierra Comunera, IU y PSOE-, Soria -con ALSI e IU- y Segovia -con IU y el CDS-, además de Palencia.

Misiva breve e inconcreta

Arenas remitió sobre las dos de la tarde de ayer una breve e inconcreta carta a Almunia, como ya había adelantado el día anterior a través de los medios de comunicación. En el escrito le pide afinar en común sobre el proceso vasco y le propone únicamente, "en primer término, determinar fórmulas que permitan reflejar adecuadamente en las instituciones locales y forales la voluntad plural del electorado y el deseo de garantizar el equilibrio en el entramado institucional y territorial del País Vasco". En definitiva, garantizar soluciones "razonables que permitan la gestión más eficaz de los intereses ciudadanos en función de las responsabilidades que haya de asumir cada partido".

Los máximos dirigentes del PP precisaron que el objetivo de la carta se limita a facilitar el apoyo a la lista más votada en 15 municipios vascos, pero no descarta un siguiente paso, a plantear en un futuro inmediato, en el que se pudiera conseguir que gobernase también uno de estos dos partidos si entre ambos son mayoría suficiente como para desbancar al aspirante más votado de otro grupo.