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Una gestora dirigirá el PSOE de Cádiz tras el fracaso del 13-J

Todos los sectores del PSOE gaditano han asumido como inevitable que una gestora se haga cargo del partido a partir de la semana próxima. Ésta es la decisión de ejecutiva regional, que quiere un partido renovado "con caras nuevas" antes de los próximos comicios locales. El debate se centra ahora en la composición de ese órgano directivo, para el que, de momento, no hay nombres, aunque sí perfiles: militantes con experiencia, sin vinculación a sensibilidades internas y que no hayan estado expuestos a la tensión de los últimos meses.

Los pésimos resultados de las elecciones -en las que el PSOE ha obtenido seis concejales en Cádiz, el peor resultado de su historia-, en contraposición con la subida en el resto de la provincia, ha agudizado la crisis larvada que vive la organización desde el último congreso, donde las heridas no se cicatrizaron y el sistema de cuotas imperó en la formación de la ejecutiva municipal. La adopción de medidas extraordinarias es la salida por la que ha optado la dirección regional y, en concreto, el secretario de Organización, el gaditano Luis Pizarro, quien se implicará directamente en los problemas de su agrupación. La gestora será "dura" según algunas fuentes. Estará integrada por 10 o 15 personas y participada por representantes del grupo municipal y del comité electoral. "Un órgano operativo, que meta el bisturí", afirma un dirigente de este partido. En esta ocasión, se opina que un congreso extraordinario no solucionaría nada, sino que significaría "un nuevo reparto del poder, sin futuro". La ejecutiva municipal que se celebrará el próximo lunes será el escenario de la dimisión de Daniel Vázquez, secretario local, y está por ver si se marcha la dirección al completo. Muchos de los cargos consideran que no se les puede culpar ni de los resultados de Cádiz ni de la confección de la candidatura, y aducen en su descargo que hace un año se les retiraron esas potestades orgánicas en beneficio del comité electoral. Una decena de dirigentes jóvenes -algunos de ellos adscritos a la ejecutiva actual- se han dirigido a sus responsables regionales pidiéndoles "generosidad". Este grupo pretende pilotar la gestora, a través de la cual impulsaría "un trabajo cohesionado y continuo al servicio del partido". Sin embargo, parece improbable que vaya a participar inicialmente en el nuevo órgano de gestión. La dirección provincial aún no ha analizado oficialmente los resultados de Cádiz, aunque sí existe ya un diagnóstico sobre las causas de la caída electoral: la endeblez de la organización local, la desmovilización de algunos dirigentes descontentos con la lista, la inclusión del PDNI y la inexistencia del trabajo de oposición. Durante este mandato se han producido seis abandonos de un grupo de siete concejales, incluyendo al portavoz y candidato a la alcaldía en 1995, Fermín Moral, quien se marchó al abrirse el debate sobre sus posibilidades de repetir y no encontrar el apoyo del partido. También existe un importante descontento con el presidente de la Diputación, el número dos por Cádiz Rafael Román, a quien acusan de no haber participado en la campaña y de haberse empleado a fondo sólo en la defensa de "sus intereses políticos". Algunas voces piden que se articule un debate sobre su nominación como candidato a la presidencia de la Diputación y, aunque no es probable que se le tape ese camino, dirigentes socialistas afirmaban ayer que en este partido "nada se puede dar por cerrado".

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