Nuevo enfrentamiento entre "mossos" y funcionarios de prisiones en Barcelona

Un nuevo enfrentamiento, el tercero en pocos días, se produjo ayer ante la cárcel de mujeres de Barcelona entre unos 200 funcionarios de prisiones y una dotación de agentes antidisturbios de los Mossos d"Esquadra. La chispa saltó cuando los funcionarios, que han iniciado una campaña para denunciar la inseguridad de las prisiones catalanas y solicitar más personal, intentaron incendiar una barricada de neumáticos delante de la cárcel. En aquel momento, los antidisturbios efectuaron una dura carga.

A primerísima hora de la mañana de ayer, los funcionarios empezaron a concentrarse ante la cárcel de mujeres, situada a un centenar de metros escasos del barrio de la Villa Olímpica, una zona de nueva construcción creada para alojar a los atletas durante los Juegos Olímpicos de 1992. El motivo de tan tempranera cita era impedir la entrada en la prisión de los funcionarios del turno de día. A las 6.45 horas, una furgoneta de una conocida empresa de alquiler de vehículos llegó ante la cárcel de Wad-Ras y, delante el cordón policial de los antidisturbios de la policía autonómica, empezó a vaciar su carga de neumáticos viejos. En un primer momento, los mossos dejaron hacer, pero cuando se dieron cuenta de que los funcionarios iban a prender fuego a la barricada efectuaron una contundente carga que se saldó con un funcionario herido leve, pero que precisó asistencia sanitaria al tener una brecha en la cabeza. Tras este incidente, los funcionarios concentrados permanecieron ante la cárcel impidiendo la entrada al trabajo del turno de día.

El de ayer fue el tercer enfrentamiento que funcionarios y miembros de los Mossos d"Esquadra, la policía encargada de vigilar las dependencias y edificios de la Generalitat, mantienen en la última semana. Los dos anteriores se produjeron el pasado día 10, cuando los funcionarios se concentraron ante la prisión de Quatre Camins, en la que cumplen condena 1.200 internos, y el día 11, con una concentración ante la Dirección General de Servicios Penitenciarios.

Por otra parte, un grupo de funcionarios lleva ya 17 días de encierro en la catedral de Lleida en demanda de mayor seguridad y aumento de plantilla entre los funcionarios de las cárceles catalanas. Fue en la cárcel de Lleida, hace tres semanas, donde un interno agredió a un funcionario y esta acción desencadenó la campaña de movilizaciones. La Generalitat tiene traspasadas desde hace años las competencias sobre los centros penitenciarios de Cataluña.

Núria de Gispert, consejera de Justicia, apeló ayer a la responsabilidad de los funcionarios para que cesen en sus movilizaciones y se sienten a negociar. La consejera les advirtió que, de persistir estas protestas, que calificó de "inadmisibles", iniciará la apertura de expedientes.

De Gispert confirmó en su cargo a Ignasi García Clavel, responsable de las cárceles catalanas, ante cuyo domicilio se concentraron ayer los funcionarios para pedirle que dimitiera.