Pamplona debe esperar

Miguel Sanz y Juan José Lizarbe reconocieron que en su reunión intercambiaron ideas sobre la extensión de su posible acuerdo al Ayuntamiento de Pamplona, donde UPN ganó las elecciones, pero no posee mayoría absoluta, así como a "ayuntamientos de localidades y mancomunidades", en expresión del primero. Un pacto entre UPN y PSN-PSOE garantizaría también en la capital de la comunidad la mayoría absoluta a ambas formaciones, que suman 15 ediles sobre un total de 27. El fuerte ascenso de EH en Pamplona, que ha duplicado ediles y se ha convertido en la segunda fuerza tras UPN, preocupa especialmente a regionalistas y socialistas. La candidata de UPN a la alcaldía, Yolanda Barcina, se ha limitado a decir que tanto los socialistas como CDN "pueden ser buenos socios". Nadie duda de que la ex consejera de Vivienda y Medio Ambiente será la primera mujer alcaldesa de Pamplona y que la política de alianzas que le brinde la vara de mando de la ciudad dependerá de las conversaciones que determinen el color del Gobierno navarro. Tudela y Barañáin El resultado de esas conversaciones, no obstante, no afectará a la composición de los gobiernos de los restantes grandes municipios. Tudela, segundo ayuntamiento navarro en población, será gobernado por UPN en solitario, ya que ha obtenido mayoría absoluta, y en Barañáin, tercera localidad, donde la formación regionalista olvidó presentar lista propia, el PSN y la Candidatura Independiente se disputarán la alcaldía. En Estella, los socialistas, que han perdido dos concejales, no buscarán alternativas a la alcaldía de UPN, que también gobernará Sangüesa y Tafalla. La extensión al nivel local del pacto de gobierno entre regionalistas y socialistas tendría por objetivo, en todo caso, arrebatar otras alcaldías y gobiernos municipales a las fuerzas nacionalistas.