_
_
_
_
_

El PP abre una brecha de 14 puntos sobre el PSPV » Las candidaturas socialistas pierden cerca de 40.000 votos respecto a las autonómicas de 1995 » Zaplana atribuye la mayor parte de la alta abstención registrada a los votantes del bloque de izquierdas

El Partido Popular de la Comunidad Valenciana, encabezado por Eduardo Zaplana, ha logrado ampliar la brecha con respecto a su primer competidor hasta una distancia de más de 14 puntos. El vuelco electoral de 1995 se ha consolidado con un rotundo triunfo que garantiza una holgada mayoría a los populares, sorprendentemente beneficiados por la baja participación electoral. El PP ha sumado 70.000 votos más que en 1995 mientras que los socialistas han perdido cerca de 40.000 y la distancia en votos absolutos supera los 300.000. La tendencia de los populares en la Comunidad Valenciana sólo ha tenido parangón en la Diputación Foral de Navarra, donde la Unidad del Pueblo Navarro, aliada del PP, ha logrado aumentar la distancia porcentual respecto a los socialistas en nueve puntos. La desaparición de Unión Valenciana ha sido clave para consolidar la mayoría absoluta del PP.

Más información
El PSPV obtiene sus mejores resultados en las locales y europeas y los peores en las autonómicas

El presidente de la Generalitat no dudó en calificar ayer los resultados de las elecciones autonómicas como "un gran éxito". No es para menos. El PP logró superar por tercera vez la barrera del millón de votos -que rebasó en las elecciones autonómicas de 1995 y generales de 1996-, tanto en las elecciones autonómicas como europeas, a pesar de que la participación descendió ocho puntos respecto a la última convocatoria de ámbito regional. Además, los socialistas han recortado distancias con respecto a los populares en casi todas las comunidades autonómas que votaron el domingo, una tendencia que se ha invertido en la Comunidad Valenciana. Zaplana superó ligeramente los votos obtenidos por Loyola de Palacio en la Comunidad Valenciana y las candidaturas autonómicas del PP sumaron 100.000 votos más que las paralelas municipales. El liderazgo de Zaplana resulta indiscutible en el seno del partido. La desaparición de Unión Valenciana del mapa parlamentario ha permitido a los populares disparar las diferencias respecto a los socialistas -desde nueve puntos en 1995 a 14 el pasado domingo- y consolidar una amplísima mayoría absoluta sólo comparable a la que disfrutó Joan Lerma en 1983, en los momentos más dulces del PSOE en toda España. Zaplana comentó que el descalabro de Unión Valenciana era previsible. "Se lo llevaba advirtiendo desde hace dos años", dijo. "Es muy difícil que la gente entienda que hayan actuado como gobierno y oposición a la vez", añadió. Según Zaplana, los regionalistas equivocaron su estrategia al sentarse a la mesa del Consell a tomar decisiones y luego salir a la calle a explicar que la gestión del PP era un desastre. El presidente evitó comentar la sangrienta lucha desatada entre los socios de gobierno, que tuvo su momento culminante el pasado mes de enero, cuando la consejera de Agricultura y vicepresidenta de la formación regionalista, María Ángels Ramón-Llin, renunció a todos sus cargos orgánicos en Unión Valenciana y arremetió con crudeza contra sus compañeros de partido. El PP perdió votos en las tres capitales provinciales con respecto a las elecciones autonómicas de 1995, pero la abstención permitió mantener la altura relativa sin problemas. Zaplana logró, además, recortar significativamente la diferencia de votos que Rita Barberá había obtenido en las municipales de 1995 respecto a la candidatura autonómica. Según el apresurado análisis del presidente de la Generalitat, "el PP ha conseguido ampliar la brecha" respecto a los partidos de izquierda que, en conjunto, "han perdido en votos, en escaños y en porcentaje". Zaplana atribuyó la mayoría de la abstención registrada el domingo a los votantes del bloque de izquierdas. El presidente comentó que "parte del electorado" del PSPV y de Esquerra Unida "o no ha votado, o ha cambiado su voto" con relación al que depositó en las urnas en 1995, un indicador que todavía es muy difícil de calibrar. Los populares están convencidos, además, de que la inmensa mayoría de los votantes que han participado por primera vez en las elecciones autonómicas, que rondan los 120.000, se han decantado por el PP. "Hemos logrado atraer a la juventud", señaló Zaplana. El abultado triunfo del PP fue motivo de "alegría" para el presidente. Sin embargo, apeló inmediatamente a la "tranquilidad". Durante la noche electoral, Zaplana insistió también en la necesaria "responsabilidad" para administrar un resultado tan "importante". El presidente explicó que, hasta la constitución de las Cortes Valencianas, prevista para el próximo 9 de julio, meditará la composición de su futuro gobierno, esta vez sin contar con las exigencias de los regionalistas. Zaplana advirtió que ocultará celosamente los nombres que baraja para constituir su equipo de gestión y dijo que decidirá "en absoluto secreto". Los resultados obtenidos por los socialistas y por Esquerra Unida deberían llevar a los responsables del bloque de izquierdas a "reflexionar" sobre la eficacia de una campaña electoral que, según Zaplana, se ha sustentado en el "acoso" hacia su persona. PASA A LA PÁGINA 3

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_