El Corte Inglés abre en Cornellà un nuevo centro comercial en el que ha invertido 16.000 millones El edificio está situado junto a uno de los accesos a la Ronda de Dalt

La expansión de El Corte Inglés ha llegado al Baix Llobregat. La primera cadena española de grandes almacenes abrirá un nuevo centro en Cornellà el próximo día 17, un centro que cuenta con una importante novedad en los planteamientos de la empresa: por primera vez, El Corte Inglés e Hipercor abrirán establecimiento conjuntamente. La inversión global ronda los 16.000 millones de pesetas y su cristalización está suponiendo ya un revulsivo urbanístico y económico para la zona, hasta hace poco caracterizada por ser casi exclusivamente un polígono industrial.

Este nuevo centro comercial, que se suma al rosario de grandes superficies que han ido instalándose al sur de Barcelona en los últimos años, está situado en el barrio Almeda, en Cornellà, pero cerca del límite con L"Hospitalet de Llobregat. El emplazamiento garantiza la accesibilidad tanto en transporte privado, porque se sitúa junto a una salida de la Ronda de Dalt en dirección Llobregat, como público, ya que se encuentra muy cerca de una parada de metro de la línea 5. El nuevo centro de El Corte Inglés e Hipercor ocupa una superficie total de venta de 45.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas. Para el Hipercor se han reservado 15.000 metros cuadrados, mientras que el resto del espacio estará ocupado por tiendas de El Corte Inglés. El edificio cuenta, además, con cuatro plantas subterráneas para aparcamiento. Aunque las obras de construcción del nuevo establecimiento comercial se han realizado en un tiempo récord, poco más de un año, la implantación de El Corte Inglés en Cornellà ha encontrado numerosos obstáculos en el camino. En un principio, en enero de 1996, los responsables del proyecto lo retiraron ante la moratoria decretada por el Gobierno de la Generalitat para la construcción de nuevas superficies comerciales. Meses más tarde, y una vez presentado el proyecto por segunda vez, la cadena presidida por Isidoro Álvarez se topó con la negativa de la Comisión de Equipamientos Comerciales, del Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno catalán, que resolvió en contra de su construcción. El Ayuntamiento de Cornellà y la empresa recurrieron contra la decisión de la Comisión de Equipamientos Comerciales y posteriormente, en febrero del año pasado, el consejero de Industria y Comercio, Antoni Subirà, autorizó la construcción del nuevo centro comercial. La previsión de creación de empleo -la cadena de grandes almacenes estima que el nuevo centro de Cornellà supone la creación de un millar de puestos de trabajo- provocó hace unos meses un aluvión de solicitudes: más de 2.000 personas, según el Ayuntamiento, pasaron a recoger información. Las perspectivas económicas de la empresa, por otro lado, también son optimistas: en la zona cuenta con 117.000 tarjetas de compra. Desde que se conocieron las intenciones de El Corte Inglés de instalarse en Cornellà se produjo un movimiento de rechazo de los comerciantes locales, que obligó al Ayuntamiento a adoptar una actitud cautelosa. Pero el consistorio se ha empeñado desde el principio en que este emplazamiento comercial actúe como locomotora de la reactivación económica de una zona próxima a un polígono industrial de la ciudad. Por ello, pretende otorgar una licencia para la construcción de un establecimiento hotelero y crear un espacio multicines. Además, la construcción del nuevo centro comercial ha servido también para impulsar la transformación urbanística de la zona de Almeda, un barrio que hasta hace poco se encontraba algo aislado del núcleo urbano. El consistorio ha creado zonas verdes, ha llevado a cabo una importante obra de cicatrización urbanística entre Almeda y el populoso barrio de Sant Ildefons, a la altura del parque de Can Mercader, e incluso ha remozado las calles del entorno, en las que se han construido grandes bloques de viviendas con fachada a la Ronda de Dalt.