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La alemana DaimlerChrysler integra a la española CASA en su grupo aeroespacial

La empresa pública española Construcciones Aeronáuticas (CASA) y la alemana DaimlerChrysler Aerospace (DASA) se integrarán en una sola compañía aeroespacial europea, de capital mayoritariamente alemán (entre un 86,5% y un 88,5%) y sede central en Alemania. El preacuerdo firmado ayer por Industria y DaimlerChrysler valora los activos de CASA en 250.000 millones de pesetas. La nueva sociedad, cuya salida a Bolsa está prevista para el año que viene, tendrá una facturación de 1,6 billones de pesetas y será una de las primeras en Europa.

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La unión de Construcciones Aeronáuticas y DaimlerChrysler pone fin a un complicado proceso para la elección del socio industrial de CASA por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista único de la primera empresa española del sector aeroespacial. Las negociaciones se iniciaron en 1998 y, desde entonces, la SEPI ha mantenido también contactos con la británica British Aerospace (BAe), la francesa Aérospatiale y la italiana Alenia. Finalmente, tras dos días de intensa negociación, la elegida ha sido la alemana DASA. Según el principio de acuerdo firmado ayer, los accionistas de Construcciones Aeronáuticas -la SEPI- y de DASA -el grupo DaimlerChrysler- cederán todos sus activos aeronáuticos a un nueva empresa, con sede central en Alemania, de la que colgarán dos filiales, la propia CASA y DaimlerChrysler Aerospace. El grupo tendrá distintas filiales, según los proyectos que están desarrollando CASA (ventas de 167.747 millones de pesetas, 7.798 millones de beneficio y 7.436 trabajadores) y DASA (1,4 billones de pesetas en ventas, 91.013 millones de resultado y 45.585 empleados) y los que lleven a cabo en el futuro.

Salida a Bolsa

En la práctica, el acuerdo supone la absorción de CASA, ya que los alemanes ostentarán la mayoría absoluta (entre un 86,5% y un 88,5%) del nuevo grupo, y la SEPI, entre un 11,5% y un 13,5%. Los nuevos socios han previsto que la compañía, para la que aún no se ha encontrado nombre, salga a Bolsa el próximo año, mediante una oferta pública de venta de acciones (OPV) en toda Europa. La SEPI aprovechará entonces para desprenderse de una parte de sus acciones, aunque el plazo fijado para la privatización total de la nueva sociedad aeroespacial es de tres años. Fuentes conocedoras de la negociación afirman que la SEPI se ha asegurado que en la privatización podrán participar inversores institucionales; entre ellos, entidades financieras. El preacuerdo valora los activos que aporta la sociedad española en 250.000 millones de pesetas, sin incluir el capital circulante (unos 60.000 millones de pesetas). Con esa valoración, el grupo resultante de la integración alcanzaría un valor superior a 2,17 billones de pesetas. El presidente de DaimlerChrysler, Manfred Bischoff, aseguró ayer en Madrid que el equipo gestor del grupo resultante será elegido "de forma equilibrada" por las partes implicadas. El grupo resultante se constituye como primer accionista de los principales proyectos paneuropeos del sector, con un 42,1% de Airbus, un 43% del consorcio Eurofighter que desarrolla el avión de combate y el 38,5% del futuro avión de transporte militar (FLA). Bischoff aseguró ayer que el acuerdo garantiza que el montaje final del FLA se hará en España, en contra de las tesis italianas. Las partes esperan que el acuerdo sea definitivo antes del 31 de julio.

El presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, afirmó que el objetivo del proyecto acordado "es el dar un fuerte impulso a la industria aeroespacial europea" para contrarrestar la supremacía estadounidense en el sector. Ferreras dijo que "el acuerdo no va contra nadie". Sin embargo, el pacto pone de manifiesto el esfuerzo realizado por las empresas para cerrar acuerdos bilaterales ante las dificultades de los Gobiernos para crear el gran grupo europeo aeroespacial y de defensa.

Ferreras dijo que el plan industrial presentado por DASA "protege a CASA y ahonda más en el proceso de especialización de la española". Por contra, UGT mostró ayer su malestar por el acuerdo alcanzado, ya que "la SEPI ha incumplido el compromiso de informar a las centrales antes de cerrar un acuerdo". Los directivos de la SEPI aseguran que se han establecido garantías para mantener la plantilla de CASA.

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