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SOLEDAD BECERRIL PARTIDO POPULAR

"Mi política urbanística hubiera sido distinta"

Tereixa Constenla

Después de un mandato, caracterizado por el equilibrismo político y las fricciones con el Partido Andalucista, Soledad Becerril aspira a obtener apoyo suficiente para estrenarse, por vez primera, al frente de un gobierno en solitario. Pregunta. El metro es un argumento electoral recurrente. Respuesta. Es cierto, pero es la gran obra pendiente, costosa y compleja. Es lógico volver a ella. A medida que pasa el tiempo es más perentoria la necesidad de un transporte distinto al habitual. P. ¿Por qué se retrasa la ordenación del área metropolitana? R. En lugar de hacerla de derecho, la vamos hacer de hecho, por necesidades de los municipios. La mayoría de los alcaldes del entorno están agobiados. En los próximos meses vamos hacer consorcios o convenios para prestar servicios conjuntamente y nos vamos a olvidar del área metropolitana. Somos capaces de ponernos de acuerdo por encima de la diferencia de nuestros propios partidos. P. ¿No aprecia voluntad en la Junta para esta ordenación? R. No se ha dado ningún paso, y es una ley de rango de la comunidad. Pero estoy convencida de que lo vamos hacer, igual que lo hemos hecho con el agua. P. El pantano de Melonares está en el debe del mandato. R. Es cierto, pero los deberes los hemos hecho hasta el final: el proyecto, las correcciones medioambientales, la partida en los Presupuestos Generales del Estado del 99... Ha surgido en el camino un problema grande, una denuncia ante la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea, y se ha parado el proyecto para estudiar las compensaciones al impacto medioambiental. Los alcaldes afectados hemos hecho un escrito diciendo que es vital. Ya debería estar haciéndose si no llega a ser por esta denuncia. P. Con un gobierno monocolor, ¿hubiera planteado una política urbanística distinta? R. Sí. Hubiera sido distinta. A la vista de que el PGOU en vigor necesitaba modificaciones, que es lógico porque la ciudad crece y las necesidades cambian, hubiera planteado un estudio de las modificaciones urgentes de manera sistemática y ordenada. P. El crecimiento demográfico de Sevilla ¿hace necesarios macroproyectos como el Cortijo del Cuarto o Tablada? R. En esto hay que ir despacio. Lo importante es que la ciudad sea mejor, no que crezca. Eso debe estar en el frontispicio de la Gerencia de Urbanismo y del Ayuntamiento. La ciudad tiene todavía que solucionar el dar uso y ejecutar suelos que no están plenamente utilizados. Aún hay posibilidades de construir 14.000 viviendas, aparte del centro histórico, pero al mismo tiempo hay que pensar en el futuro. Aunque no crezca en habitantes, las necesidades vitales sí crecen. Hay que pensar en un crecimiento que no esquilme el territorio. No se trata de crecer enloquecidamente, sino de hacerlo de manera racional y sostenible. P. ¿Lo ve compatible con lo que quieren Diputación y Consorcio Tablada? R. Sus aspiraciones serán legítimas, pero la última palabra la tiene el Ayuntamiento. En un Plan General, teniendo un equipo con una visión moderna, todo esto es muy defendible. El futuro de la ciudad no es el crecimiento enloquecido ni la colonización de todo el territorio. Mi idea no es ésa. P. ¿Son realmente inadecuadas las normas de protección del patrimonio o no ha habido una aplicación correcta de ellas? R. En una ciudad con un casco histórico tan grande y frágil, hay que tener un servicio de inspección más fuerte y dotado. Es urgente revisar las ordenanzas sobre mantenimiento de edificios porque tenemos una legislación que permite una casa vacía durante 25 años. Es un peligro para las personas y, desde el punto de vista estético, una catástrofe. Pero no soy partidaria de que ahora comiencen a caer o desprotegerse edificios.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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