CiU se erige en único garante de la democracia y descalifica a populares y socialistas
Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) escenificaron ayer, en el mitin de cierre de campaña de las europeas, un radical distanciamiento del PSOE y del PP tanto en las formas como en los discursos. Ante una campaña electoral jalonada de descalificaciones e insultos, los líderes nacionalistas, en un calculado reparto de papeles, se movieron desde los ataques más directos de Josep Antoni Duran Lleida hasta el patriótico discurso de Jordi Pujol. El líder democristiano fue el que se mostró más duro, se cebó en socialistas y populares, y calificó a CiU como la única garante de la democracia
CiU quiso evidenciar ayer, como se esforzaron en subrayar sus dirigentes, que sus planteamientos políticos y sus formas están infinitamente alejados de los del PSOE y del PP. Duran Lleida abonó el terreno a esta tesis y Pere Esteve, el cabeza de lista al Parlamento Europeo, y Jordi Pujol, presidente de la Generalitat y de Convergència, se encargaron de rematarla. Los nacionalistas cerraron ayer en la Sala Oval del Palau Nacional de Montjuïc su campaña para las europeas. Reunieron a unas 1.500 personas, la mayoría de ellas de avanzada edad, que se entregaron totalmente a los interminables 11 oradores. La cosa se prolongaba tanto que Pujol tuvo que rogar a los enfervorizados asistentes que no interrumpieran tan a menudo su discurso porque perdía el hilo de sus ideas y no podía terminar las frases. Pero los líderes de CiU iban con un cometido que cumplir: distanciarse de los dos partidos de ámbito español. Duran Lleida llegó a señalar que la coalición nacionalista, ante tantos insultos que se cruzan socialistas y populares, es el único garante de la democracia. Y pidió el voto a CiU sobre todo por "el valor supremo de la democracia", por encima "del nacionalismo y de la libertad de nuestro pueblo". El líder de Unió enarboló la bandera de la lucha antifranquista y les echó en cara a los populares su pasado cercano al fallecido general. Para Duran, votar al PP y el PSOE es debilitar la democracia porque "la están menospreciando" y, por el contrario, votar a CiU es fortalecerla. CiU no es igual que el resto, es diferente. La demostración de esta pretendida especificidad vino de la mano de Esteve y Pujol. El candidato al Parlamento de Estrasburgo se ciñó a un discurso de marcado tono europeísta, aunque no dejó de atizar el fuego electoral de la descalificación. Así, señaló que a González y a Aznar les tendría que "caer la cara de vergüenza" por enzarzarse en una pelea dialéctica "frívola" y "carente de respeto" durante toda la campaña. "¿Se puede construir Europa con esta actitud?", se preguntó Esteve. El secretario general de CDC repitió de nuevo la tan consabida idea de la "nueva cultura política" que ha presidido todo su mensaje electoral y aseguró que el próximo domingo, después de más de tres siglos, es una "oportunidad histórica para que Cataluña sea reconocida como pueblo" en Europa. Finalizó su discurso pidiendo el voto a los electores indecisos porque, a su juicio, CiU es la única opción progresista "y el partido socialista no lo es". Pere Esteve y Jordi Pujol fueron los únicos oradores a los que vitorearon las juventudes de Unió y Convergència, estratégicamente situadas detrás del escenario con senyeres, banderas independentistas y alguna que otra europea, que agitaban cada vez que TV-3 enfocaba. Un pueblo valiente Jordi Pujol actuó en el mitin más en su papel de presidente de la Generalitat que de Convergència. Hizo un discurso eminentemente patriótico e institucional, jalonado de referencias históricas sobre el sufrimiento del pueblo catalán, "las amputaciones y los momentos traumáticos", situaciones que Cataluña ha "podido superar". Entonces, el dirigente nacionalista se preguntó: "¿Tendremos algo positivo?". Él mismo se respondió: solidaridad, ilusión, convivencia, valentía. Características que, para Pujol, hay que compartir y exportar a Europa porque, dijo, "en el futuro nos lo devolverá y nos reforzará como pueblo". Estas cualidades han contribuido a que Cataluña sea, en opinión del dirigente de CiU, un modelo y un referente no sólo en Europa, sino también en Suramérica. "Cuando viajo a Europa todo el mundo dice: "Ya viene Pujol, seguro que nos cuenta algo diferente y positivo", señaló. Para Pujol, Cataluña debe estar en Europa por dos motivos: porque es un continente que intenta construir una sociedad humana y sobre todo por beneficio económico.
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