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El alcalde y altos cargos municipales ponen la primera piedra del futuro ensanche de Vallecas para 26.000 pisos

Antonio Jiménez Barca

En medio de un impresionante descampado de una superficie similar a la de 7.300 campos de fútbol puestos uno al lado de otro, donde la ciudad limita con la nada en el sur, se encontraba ayer colocada una gran carpa blanca. A las doce se llenó de gente: constructores, empresarios, arquitectos, inversores, terratenientes... También acudió el alcalde, José María Álvarez del Manzano, del PP, que hizo un hueco en la campaña electoral para acudir a un acto que, a su juicio "no es político". Le acompañaron varios concejales. El objetivo de tal despliegue era dar cobertura a la colocación de la primera piedra del futuro ensanche de Vallecas, una ciudad con 26.000 pisos en la que vivirán 100.000 personas (tres veces los residentes de Soria) y que contará, entre otras grandes infraestructuras, con un parque, un hipermercado, pistas deportivas, dos autovías que lo atravesarán y hasta cuatro estaciones de metro.En el fondo, lo de la primera piedra fue un eufemismo: el inicio de las operaciones lo marcaban media docena de excavadoras que roturaban el terreno a lo lejos. Tres trabajaban para iniciar lo que en el futuro será la M-45 y otras tres empezaban la urbanización de lo que dentro de unos cuantos años serán las calles. Las últimas viviendas estarán terminadas, según las previsiones, dentro de 10 años; las primeras, en 4.

El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, del PP, lanzó de paso una propuesta novedosa: el Ayuntamiento estudia alimentar de energía las casas con el calor que desprende la cercana incineradora de Valdemingómez, que quema buena parte de las basuras que genera la capital. "Es algo que se está estudiando, es sólo un proyecto del área de Vivienda y del área de Medioambiente del Ayuntamiento; dependerá de si los cálculos salen bien. Se trata de calentar agua con el calor que produce la incineradora, y eso se convertirá en energía y en calefacción. Todavía no sabemos a cuántas afectaría. Pero, tranquilos, que no va a aparecer ninguna dioxina por las tuberías", explicó el edil.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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