El mítico Bruce Springsteen llena el estadio de "La Peineta" con su rock en estado puro
Bruce Springsteen, más conocido entre los suyos como The Boss (El Jefe), toca hoy en La Peineta, un escenario de aforo limitado (20.000 espectadores) en comparación con su capacidad para llenar estadios mayores. La ocasión de ver a este animal del escenario, corazón puro y duro del rock and roll, que ha vaciado la taquilla sin ninguna dificultad, se redondea en la medida en que se presenta con la E. Street Band, el grupo de sus mejores discos. Será esta actuación el pistoletazo de salida de una semana en la que también rondarán por los escenarios los incombustibles Glutamato Ye-Ye, el legendario rockero argentino Moris y el polifacético Nancho Novo.
- Jefe total. Es lógico que Bruce Springsteen, El Jefe, haya agotado las entradas, a pesar del elevado precio, desde hace tiempo. Su tirón en España es incontestable, y su reciente y lujosa caja, Tracks, con cuatro cedés y un ilustrado libreto plagado de hermosas fotos, ha tenido más aceptación comercial que en su propio país. Lo mismo que el simple cedé, 18 Tracks, que, a un precio más accesible, recoge lo mejor de ese cofre histórico. Además, si nunca ha tenido dificultades para llenar estadios como el Vicente Calderón, cómo no iba a abarrotar La Peineta, donde su aforo máximo no llega a 20.000 espectadores. Para evitar cualquier desaguisado en la entrada (la apertura de puertas es a las 18.00, el concierto se inicia a las 21.00 y finaliza en torno a las 23.15), la organización recomienda encarecidamente no acudir en coche al estadio (avenida de Arcentales, sin número), que dispone de un aparcamiento para sólo 1.200 vehículos. Por ello, aconseja el uso del transporte público, como los autobuses de la EMT (líneas 28, 48 y 109), el metro de la línea 7 (parada en Las Musas) y los autobuses verdes (286 y 288). La organización también recuerda que está prohibida la entrada de botellas, cámaras, aparatos de grabación o punteros láser.- La recta final. Después del éxito del pasado sábado en la plaza de los Carros, con cerca de 5.000 espectadores, el programa 99 actuaciones para cambiar de alcalde culmina estos días sus actividades con el concierto que en el café de la Palma ofrecen Iñaki y Patacho, el núcleo sobre el que se sustentó Glutamato Ye-Ye.
- Perla del Caribe. Cuba sigue aportando sustanciosos conciertos a la noche madrileña. Cuatro mujeres de personalidades diferentes cantan juntas en el espectáculo Amor de millones en el Círculo de Bellas Artes y en Leganés: Sara González, Liuba María Hevia, Marta Campos y Anabell (la hermana de Silvio Rodríguez). Mientras, Elíades Ochoa regresa con el Cuarteto Patria, a vueltas con Sublime ilusión, el disco que empieza a consagrarle en España. Aún más veterano resulta El Cuarteto Típico Oriental, una agrupación recuperada ahora a mayor gloria del son cubano. Al son montuno y a la guajira también se entregan Los Guanches, un cuarteto de Santiago de Cuba que fija sus raíces en Canarias. Desde la modernidad, Athanai sigue de gira por los bares del foro.
- Power-pop patrio. De la oleada independiente de los primeros noventa aún sobreviven los introvertidos Insanity Wave, que estrenan discográfica con su tercer disco, el doble 3x33. No han conseguido pasar del círculo de iniciados, pero vuelven a intentarlo tocando mañana en Moby Dick. Más celebradas resultan las canciones de Hermanos Dalton, que desde Cádiz siguen aportando letras divertidas al pop español. Esta vez basan su concierto en versionear a los clásicos. Además, Hermanas Sister se recluyen tres días en Siroco para grabar un disco en directo, que es su fuerte. La tanda de pop y rock español se completa con el actor gallego Nancho Novo en el Camping, los vascos Ktulu en Caracol y el regreso de otro clásico de la movida, La UVI, que tocan en el célebre Stella, reconvertido ahora en Wake Up.
- De fuera. Springsteen aparte, poco aporta el pop internacional a la semana madrileña. Si acaso la payasada de W.A.S.P., heavy folclórico a la americana, y el atrevimiento de Killer Queen, un grupo británico nacido al amparo de esa moda de imitar a los grupos famosos de los sesenta y setenta: éstos lo hacen de Queen.
- El punto elegante. Desde distintas ópticas, hay artistas que se plantean la música como un toque de distinción. Así ha sido siempre Moris, que ha cedido el cetro a su hijo Birabent, pero que el jueves toca en Suristán para rememorar tiempos gloriosos: rock sentido que pasa sin afectación de la trepidación a la poesía.
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